_
_
_
_
Reportaje:

Mi primera Operación Salida

A Mariano, de 9 años, le cancelaron su viaje a Disneylandia. Anahi, de 7, llegó tarde a ver a su padre desde Ecuador

Pilar Álvarez

Ésta es la historia de dos niños, dos mochilas, dos aviones. Encima de una montaña de maletas, la mochila de los Cuatro Fantásticos que Mariano esperaba colgarse ayer en Disney World, Orlando. Sobre los bultos repletos de libros, juguetes y ropa, la bolsa rosa chillón de Barbie de Anahi, que lleva más de 32 horas en pie desde que salió de Quito. Ambos vuelan por primera vez en plena Operación Salida de Semana Santa. Sus vidas se cruzan con las de otros 200.000 viajeros en el aeropuerto de Barajas. Él se quedó sin volar. Ella llegó 10 horas tarde a Barcelona.

En el mostrador de US Airways de la Terminal 1 de Barajas se arremolinan decenas de personas. Resoplidos, maletas, botellas de agua, carritos que pisan pies ajenos. Hace un calor terrible. Calor humano y cabreado. El vuelo US 741 a Filadelfia previsto a las 11.45 no saldrá. "Un fallo mecánico", explica a cada pasajero un operador que no suelta un segundo el teléfono. El avión no despegó en Filadelfia y no hay repuesto, confirma una portavoz de la compañía en un 902. Encarna increpa desde la mitad de la fila a uno que se cuela. "¡Qué morro!", grita. La mujer, en chándal, está a punto de echarse a llorar. Viaja en familia. Su marido, ella y cuatro niños. Mariano es el segundo. Tiene nueve años y poca gana de charla. Mira ojiplático el revuelo de los adultos. Se ha levantado a las 3.00 en La Manga del Mar Menor. Son las 14.00 y sigue en Barajas sin saber nada. El plan parecía perfecto. En noviembre reservaron unas vacaciones en Disney, con casa, con coche alquilado, con Mickey, el favorito de Mariano. Con vuelo de Madrid a Filadelfia y de Filadelfia a Orlando. Los tres operarios del mostrador recolocaban ayer a los viajeros en nuevos vuelos entre hoy y el miércoles. "Para cuatro días yo no viajo, no viajo", protesta Encarna. Mariano hace un mohín, el único de la tarde.

Unos 200.000 viajeros transitaron ayer por el aeropuerto de Madrid-Barajas

Anahi no suelta ni eso. No hay un mal gesto en el rostro de la niña morena que recuenta una y otra vez las ocho maletas arrastradas de un lado a otro de las viejas terminales. Ahora espera en la T-2 con su madre, Mónica, y su hermana mayor Isabel. También madrugó, como Mariano, para el primer vuelo de su vida. "Quiero ver los Lunnis", dice bajito. En cada viaje de vuelta al hogar ecuatoriano, Mónica le llevaba a las niñas vídeos de estos personajes españoles.

Vida dura. Tres años separadas de sus padres por un océano. Horas malas. El reencuentro con papá se retrasa. Salieron de Quito a Guayaquil de madrugada. Primera espera. Ocho horas en el segundo aeropuerto ecuatoriano. Y arrancó la cadena de fatalidades. Llegaron tarde a Barajas y perdieron el vuelo de las 8.00 a Barcelona. También el de las 13.55, por recuperar esas maletas que la niña vigila y recuenta como si le fuera la vida en ello. Y comienza el periplo de carros por los pasillos, mendigando un viaje y sin tiempo para comer. Las recolocan en un vuelo de Spanair a las 17.00.

Para entonces, Mariano, el niño impasible, ya no está en el mostrador. Otro viajero del vuelo cancelado explica que sí irá a Orlando. Dos días después.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO
Pasajeros que viajaban ayer a EE UU, en Barajas.
Pasajeros que viajaban ayer a EE UU, en Barajas.J. S. GUTIéRREZ

Sobre la firma

Pilar Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_