Tráfico levantará los peajes de la AP-7 si se colapsa por Semana Santa

Hileras de vehículos apiñados entre peajes en Semana Santa. Es la escena que el Servicio Catalán de Tráfico (SCT) prevé inminente con actores concretos: los desplazamientos por este periodo de vacaciones; y un escenario: la AP-7 desde el peaje de El Vendrell hasta el de Tarragona.

El tramo que cada año registra las mayores retenciones tiene 21 kilómetros en obras -se está construyendo un tercer carril- que dejan la vía sin arcenes. Y la Generalitat teme que baste añadir el millón de vehículos que se movilizarán esta Semana Santa para cuajar el atasco perfecto. Por ello, el director del SCT, Josep Pérez Moya, señaló ayer que "se levantarán las barreras de los peajes" si se producen grandes atascos que colapsen la vía.

La operación retorno, entre el 23 y el 24 de marzo, concentra todas las preocupaciones. Unos 800.000 conductores ocuparán las carreteras en apenas dos días, acompañados por posibles lluvias. Si las obras en la AP-7 limitan las medidas a abrir carriles adicionales, el SCT deberá abandonar esa idea si llueve, tal como indican las previsiones. "La Semana Santa será mojada", dijo Moya, "y entonces no podremos hacer nada". Con mala visibilidad, los carriles serían más un peligro que una ayuda para el tráfico. "Y tememos que si hay un accidente, perdamos uno de los dos carriles de la autopista", dijo el director, lo que dejaría la vía más concurrida con atascos de una sola fila y entre las barreras de ACESA, empresa concesionaria de la autopista y sus peajes.

Fuentes de la concesionaria se mostraron ayer sorprendidas ante la posibilidad de levantar los peajes, ya que "no se había incluido en el protocolo de actuación", dijo un portavoz, que aseguró que acatarán lo que el SCT ordene, como ocurrió el pasado 4 de agosto, cuando 75 kilómetros de retenciones hicieron de la AP-7 una ratonera que obligó a tomar la inédita decisión de levantar las barreras. "Si se repite esa situación, abriremos los peajes sin poner ninguna traba", aseguró ACESA. No le supone ningún problema: la empresa se negó a aclarar si recibirá alguna compensación, pero cobrará íntegro cada uno de los vehículos, según fuentes de la Generalitat, con dinero público pagado por la Administración. Las mismas fuentes no aclararon si el pago lo debería afrontar la Generalitat o el Gobierno estatal, que posee las competencias sobre la AP-7.

El dispositivo del SCT desplegará por las carreteras a 1.896 agentes de los Mossos, porque su "efecto disuasorio" ayudará a lograr el objetivo que se fijó Moya para esta Semana Santa: volver al nivel de siniestralidad de 2005 y 2006, cuando hubo nueve víctimas mortales. El año pasado, 12 personas perdieron la vida en las carreteras catalanas. Moya señaló que los controles aumentarán a partir del viernes, ya que el mayor número de accidentes se produce "al regresar de las vacaciones". Por eso exhortó a los conductores a mantener siempre la precaución y a excluir el consumo de alcohol durante los trayectos.