Desde las trincheras
Standstill dieron un salto de gigante en 2004 con la publicación de un álbum bautizado con el nombre del grupo y que, más allá del avance que supuso su apuesta por el castellano frente al inglés de sus tres álbumes precedentes, situó a los catalanes en una tierra de nadie en la que, tal vez por eso, hay espacio para todos. Y es que si algo grande ha conseguido la banda capitaneada por Enric Montefusco es haber puesto de acuerdo en torno a su música a seguidores de estilos bien dispares. Así, por ese camino de búsqueda constante, Standstill se ha convertido en un grupo de referencia para muchos aficionados a un rock en constante evolución, inquieto y que gusta de romper esquemas. En esa línea han experimentado también con el formato audiovisual y el teatral. Su último disco, Vivalaguerra, salió a finales de 2006 y es una especie de canto a la lucha diaria frente a la rutina, el aburrimiento, la hipocresía... Un oscuro, pero optimista, canto a la vida.
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