El tirón de las asignaturas sueltas

Son realidades contrapuestas. El número de estudiantes que se decanta por Filología Árabe, frente a los que cursan sus asignaturas para completar otra carrera. En la Universidad de Alicante hay 64 estudiantes matriculados en los cinco cursos de esta filología, frente a los 217 estudiantes, según la Universidad de Alicante, que han escogido este curso asignaturas de la misma, como optativas o libre configuración, para completar su carrera.

Literatura Árabe y Lengua Árabe, o Civilización Material Islámica son algunas de las asignaturas que más alumnos reclutan. A lo largo de estos últimos ocho cursos nunca ha habido menos de 100 estudiantes por esta vía, rozándose los 300 como cifra máxima.

En la Universitat de València, donde se puede estudiar árabe como segunda lengua o libre elección, se han matriculado este año 458 alumnos, según datos facilitados por la Facultat de Filologia, Traducció y Comunicació. El interés por estas asignaturas aumenta, pues en el curso 2004-2005 se inscribieron 423 alumnos. Las materias con más demanda este curso son: El resurgimiento cultural de los países árabes e islámicos, con 131 alumnos, y El erotismo y el amor en la literatura árabe, con 122.

En Lengua Árabe, en el nivel más elemental del idioma, se matriculan en torno a 70 personas. Con la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior, la decana de la Facultad, María José Coperías, anuncia que, quien se decante por árabe como segundo idioma, deberá de cursar unos 45 créditos, frente a los 15 actuales.

Uno de los problemas de la carrera tiene que ver con el escaso grado de proyección profesional que los jóvenes parecen concederle a una carrera. Una impresión que contrasta con el potencial de una lengua hablada (aunque con enormes diferencias dialectales) por más de 200 millones de personas, desde Marruecos hasta Irak.

Según el Libro Blanco de las Filologías, la radiografía que se hizo para analizar la situación de las ocho carreras de árabe que existen en España con vistas a su adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior, en el curso 2003-2004 había 163 estudiantes matriculados. La cifra debe observarse con prudencia, porque faltan datos de alguna de las facultades, pero da una imagen del estado de la titulación. Más del 54% de los matriculados tenía entre 23 y 24 años, seguidos del grupo de edad de 28 a 32 años, que representa el 31,3%. A diferencia de la mayoría de carreras, el colectivo menos representado se corresponde con el grupo generacional de 18 a 22 años, lo que significa que una parte importante de quienes acceden a esta carrera lo hacen por intereses culturales.