El sector energético sostiene una Bolsa plana tras el 9-M

El mercado bursátil, en el día después de las elecciones, movió ficha a la casilla prevista: la energía. En una sesión plana, en la que el Ibex 35 finalizó con un retroceso del 0,29%, las empresas del sector energético fueron las únicas que animaron la jornada. La limitada caída del mercado español contrastó con las pérdidas que se anotaron el resto de indicadores europeos, contagiados del miedo estadounidense a nuevas consecuencias de la crisis de las hipotecas y al impacto de un petróleo en máximos. El DAX alemán terminó la sesión con una caída del 1,10%, mientras que el CAC 40 francés cedió el 1,13% y el británico FTSE 100, el 1,17%.

En España, los inversores, empapados en rumores y declaraciones variopintas desde enero acerca del interés de la francesa estatal EDF por Iberdrola, creen que el sector de la energía es, en estos momentos, el único animado. Y el único que puede hacer ganar dinero de forma relativamente rápida en los próximos meses.

La apuesta, que afecta a la mayor parte de las compañías del sector, hizo ganar ayer a Gas Natural un 3,74%, a Iberdrola un 1,21%, a Unión Fenosa un 1,19%, a Repsol un 0,3% y a Endesa un 3,1%. Incluso las compañías del sector que más alejadas están de la especulación en torno a operaciones corporativas, las propietarias de redes Red Eléctrica y Enagas aprovecharon el tirón. Subieron un 2,07% y un 1,78% respectivamente.

La Bolsa no se caracteriza por la paciencia y ayer tocó tomar posiciones ante un posible movimiento (el de EDF sobre Iberdrola) que hasta el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la entrevista concedida a EL PAÍS la pasada semana, aseguró esperar en breve plazo.

En el posible movimiento está implicada la constructora ACS -ayer cayó 0,94%-, accionista mayoritaria de Unión Fenosa (45,3%) y primer accionista de Iberdrola (12,4%). El mercado intuye que cualquier operación de EDF sobre Iberdrola, con el apoyo de ACS, afectará al resto de compañías del sector. Precisamente ayer, Juan Luis Aregui, uno de los principales accionistas de la électrica vasca vendió 14 millones de acciones, valoradas en 140 millones de euros. Ahora controla el 1,80% de Iberdrola.

Las declaraciones de los presidentes de las grandes empresas alientan las expectativas. El presidente de Repsol, Antonio Brufau, pronosticó hace apenas unos días que su participada Gas Natural se va a implicar en la pelea. De igual forma, el presidente de E.ON, Wulf Bernotat, ha dejado abiertas todas las posibilidades sobre sus planes de inversión en España. E.ON, que tiene pendiente aún la compra de activos de Endesa tras el acuerdo alcanzado con Enel y Acciona, sabe que mercado energético español aún puede ser un buen escenario de expansión.

A la apuesta del dinero por el sector de la energía ha contribuido también el desenlace de la pelea librada en Bruselas en torno a las condiciones impuestas en 2006 a la OPA de E.ON sobre Endesa. El Tribunal de la UE decidió que España se había inmiscuido en el terreno de la Comisión Europea, que autorizó la operación. La decisión se ha interpretado como el derrumbe de las últimas barreras que podrían oponerse a EDF.

Así, la única duda a despejar es la del tiempo. ¿Cuándo emprenderá EDF su avance en la Península? La compañía estatal francesa -y el propio Gobierno de Sarkozy- han asegurado que la entrada, si se produce, se hará con la anuencia de las autoridades españolas.