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ELECCIONES 2008 | Las votaciones

El día que los invidentes dejaron de votar a ciegas

Los discapacitados visuales tuvieron ayuda en braille si lo solicitaban

Pablo Linde

Es la primera vez que Ricardo Busto sabe con certeza a quién ha votado. Hasta ayer se fiaba de su hijo, que metía en el sobre la papeleta que le indicaba su padre. Ayer lo hizo sin ayuda, como más de 1.600 ciegos que, en toda España, han pedido votar mediante un sistema de braille estrenado estas elecciones.

Por si acaso, Ricardo, invidente desde hace 53 años, los mismos que tiene, y Paula Pérez, su mujer -también ciega desde la infancia-, llevaban los sobres con la papeleta metida desde casa. "Estamos acostumbrados a que estas cosas fallen". Y todo le hacía pensar a Ricardo que no iba a poder estrenarse como votante independiente, sin ayuda de nadie, cuando llegó a su mesa electoral y la presidenta puso cara de extrañeza al pedir el kit de votación en braille que había solicitado hace semanas.

En un abarrotado colegio Marqués de Suanzes (San Blas), sorteando las colas de votantes, la pareja consiguió dar con quien tenía preparadas sus cajas llenas de papeles perforados con todas las instrucciones para votar. Dentro hay tantos sobres como candidaturas. En ellos está escrito en braille el nombre del partido y dentro hay una papeleta normal, como las que usa cualquier ciudadano con visión. El Senado es más complejo. Los enormes folios están metidos en una plantilla como las que se usan para corregir test, con huecos en los lugares de las casillas para que el invidente los marque.

El resultado final fue una votación que duró unos 15 minutos, entre la apertura y el examen de los kits y la preparación de los dos sobres ante la mirada de Beili, el perro guía de Ricardo. "Es una cuestión de autonomía. Yo podría haber metido el sobre que llevaba preparado, pero es bueno que la gente se acostumbre a que las personas ciegas se valgan por sí mismas", explica Ricardo, que lleva años luchando por el derecho al voto sin barreras. "He tratado de convencer a todos los ciegos que conozco de que lo hagan. El problema es que hay mucha desinformación", lamenta. Eso muestran los datos: menos del 3% de los 60.000 ciegos españoles con derecho al voto pidieron este sistema.

Ricardo Busto espera su turno para votar.
Ricardo Busto espera su turno para votar.CLAUDIO ÁLVAREZ

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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