Historias de amor y muerte
Adán Martín rueda su debú como director en Valencia
Un chalet cerca de Bétera convertido en improvisado plató de cine. Allí, Adán Martín rueda una de las secuencias más tensas de Entre esquelas: el encuentro entre Tomás (Álvaro Báguena) y su hijo Víctor (Álex García). Entre esquelas supone el debú en el largometraje de este supervisor de guiones y autor de varios cortos a través de "un drama muy profundo sobre cómo se actúa por amor, pero con la muerte como telón de fondo". Las comparaciones con La soledad, la exitosa película de Jaime Rosales, son inevitables, como subraya Juan Carlos Claver, uno de sus productores, y como refrenda Martín: "Me gusta contar las historias con ritmo lento, evitando la emoción". La película, que ya ha recorrido diversas localizaciones de la Comunidad Valenciana, afronta su última semana de rodaje con un equipo formado predominantemente por técnicos autóctonos.
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