La guerra contra la mayoría absoluta

Joan Herrera mueve pieza en su estrategia antisocialista de final de campaña. Al llamamiento a los electores para que olviden el voto útil, el cabeza de lista de Iniciativa al Congreso sumó ayer un nuevo destinatario de su mensaje: el PSC. Herrera advirtió a los socialistas catalanes de que podrían "arrepentirse" si Zapatero alcanza la mayoría absoluta este domingo. "No les iría nada bien", abundó.

Herrera aseguró, a preguntas de los periodistas, que no hizo alusión a ninguna persona en concreto. Habló "en general". La interpretación es que, si Zapatero arrasa en las urnas, el margen de maniobra del PSC se reduciría notoriamente en la próxima legislatura. Con un presidente del Gobierno crecido, sería mucho más complicado negociar los traspasos pendientes a la Generalitat o avanzar en el desarrollo del Estatuto. Como consecuencia de esa posible parálisis, los socialistas catalanes podrían verse en apuros en el seno del Gobierno tripartito: sus socios, ICV y Esquerra, les apretarían las tuercas para lograr sus objetivos.

Herrera criticó a Zapatero, que ayer llenó el Palau Sant Jordi de Barcelona, por "pedir un voto en blanco a los catalanes para tener las manos libres y girar a la derecha". O sea que, de nuevo, expresó su temor a que el PSOE pacte con Convergència i Unió y se olvide de Iniciativa. Ante esa coyuntura, el candidato recordó, en un mitin en La Salut -un barrio de la periferia de Badalona con un alto índice de inmigración- que "la gente de izquierdas puede ir tranquilamente a votar, porque la derecha ya ha perdido". El medio centenar de asistentes al acto tomó buena nota.

Promesas de Zapatero

Por la noche, Herrera se lanzó: "Zapatero sigue haciendo promesas cuando aún no ha cumplido las anteriores. ¡Es fantástico! Tanta promesa te acaba desquiciando. Zapatero es de promesa fácil y de cumplimiento difícil". Y puso como ejemplo el traspaso de Cercanías, que se iba a realizar antes del 1 de enero. "¿Y a cuántos días estamos de marzo?" se preguntó. Ante esto, llamó a la "exigencia". Para Herrera, la única garantía para que se despliegue el Estatuto "es que haya una mayoría de izquierdas y catalanista".

Con un Zapatero "lanzado en el umbral de la mayoría absoluta", Herrera apeló a "la gente de izquierdas" de los barrios populares. "Tenéis que decirle al vecino, al compañero de trabajo y a los amigos que hay muchas cosas en juego". Cada voto y cada escaño cuentan. Y no es para menos. Izquierda Unida ha disfrutado esta legislatura de cinco diputados. Las encuestas le otorgan ahora sólo cuatro, lo le dejaría sin grupo propio.