"Me imagino jugando con Kaká y Robinho"

Por culpa del calendario de la UEFA, Zico celebró ayer su 55 cumpleaños entrenando al Fenerbahçe en el estadio Sánchez Pizjuán. No se queja, los campos de fútbol son su hábitat natural. En los años setenta y ochenta, el Pelé blanco, el Rey de Maracaná, montó grandes fiestas de fútbol exquisito y goles con el Flamengo y la selección brasileña. Una de ellas ocurrió en el mismo estadio sevillista, escenario del debut de Brasil, con victoria sobre la antigua URSS en el Mundial de España 82 (2-1). De niño, Zico siempre pedía un balón de regalo para jugar en las calles de Quintino Bocaiúva, suburbio de Río de Janeiro. El entrenador del Fenerbahçe avisa a sus jugadores de que esta tarde tiene un deseo especial: el pase del equipo turco a los cuartos de final de la Champions, eliminando al Sevilla (3-2 en la ida en Estambul).

"El favorito es el Sevilla, el mejor del mundo y un gran candidato a la final"

Ciudadano de medio mundo, Zico no pierde la habilidad carioca de desafiar las dificultades con una sonrisa optimista. "La ventaja es nuestra pero el favorito es el Sevilla", afirma. "No es una ventaja exagerada, preferiría un 35-0, pero con el 3-2 podemos incluso empatar. Sin embargo, el Sevilla es el favorito por sus grandes valores individuales y la fuerza del conjunto. No son una casualidad sus resultados en la Copa de la UEFA. Es el mejor equipo del mundo y un fuerte candidato a la final de la Liga de Campeones", dice el técnico brasileño.

El entrenador Artur Zico Antunes Coimbra, como en su etapa de futbolista, sigue apostando por el juego bonito y de ataque. "El Fener y el Sevilla juegan parecido, con el gol como primera opción. El partido anterior fue el más divertido de la ronda de la Champions porque los dos equipos siempre marcan goles, juegan con ambición y por eso sufren más. Hay que preocuparse de defender, pero cuento con jugadores de corte ofensivo y tengo que ser fiel a sus características. Jugando al ataque rendimos mejor", explica el entrenador.

Cuando era jugador, Zico mandaba en el campo y en los vestuarios, lo que hoy le permite una relación muy cercana con sus jugadores. "Tener un nombre en la historia del fútbol facilita y a la vez perjudica la labor de un entrenador. Cuando empiezas una carrera de técnico, la gente idealiza que aquel jugador consagrado tendrá de inmediato los mismos resultados que cuando era una figura dentro del campo. Lo que ayuda es la credibilidad con los jugadores, porque ellos saben que lo hacías muy bien. Lo que nunca puedes hacer es pensar que lo sabes todo porque fuiste un gran futbolista. Tienes que tener discernimiento y sensibilidad para llegar al jugador, hablando de su experiencia pero sin imponerte, dejando que el futbolista llegue a sus propias conclusiones". Zico no es muy aficionado a comparar épocas, pero apunta que la gran diferencia es que en el fútbol actual "un nombre famoso no basta". "Con habilidad pero sin fuerza física y mental, no juegas", explica.

Zico y el ex madridista Roberto Carlos, que es baja hoy por lesión, son los abanderados del ambicioso proyecto del presidente del Fenerbahçe, Aziz Yilidrim, que promete que su equipo tendrá el mismo poderío que "Chelsea, Milan y Real Madrid dentro de diez años". Con la presencia del entrenador brasileño desde la temporada pasada, el Fener ha ganado prestigio, es el actual líder de su Liga y el primer equipo de Turquía en alcanzar los octavos de final de la Liga de Campeones. Son conocidos de toda la vida como los canarios, lo que parece combinar con la nacionalidad brasileña de Zico y de seis jugadores del equipo, pero la denominación proviene del amarillo del uniforme.

Es inevitable que el Sánchez Pizjuán suscite en el entrenador del Fenerbahçe recuerdos del Mundial 82 y de sus compañeros Sócrates y Junior. Zico convive, con naturalidad, con la añoranza de aquellos tiempos. Confiesa que muchas noches, cierra los ojos y sueña. "Y como los sueños son libres, me imagino jugando en Maracaná, o al lado de Kaká y Robinho en la selección brasileña".