La nueva cara del Museo Picasso
El centro presenta las dos últimas adquisiciones y cambios en la colección
Un linograbado inspirado en las pinturas del siglo XVII y un retrato de Jaume Sabartés, secretario y amigo íntimo de Picasso, son las últimas obras incorporadas a la colección del Museo Picasso de Barcelona. El director del centro, Pepe Serra, acompañado por el alcalde de la ciudad, Jordi Hereu, las presentó ayer junto con el nuevo montaje de las salas de la colección permanente, que disminuye en una cuarentena de obras. "Hemos apostado por la puesta en valor de las obras. En este caso, menos es más", indicó Serra.
Las adquisiciones se exponen en dos nuevos espacios temáticos: uno dedicado a Sabartés, impulsor del museo junto con el propio artista, y el otro a los grabados. Jaume Sabartés como un fauno tocando el aulos, una pintura a óleo y guache sobre papel, firmada y fechada el 14 de octubre de 1946 en Antibes, procede de una colección privada y fue adquirida por 463.000 euros a la galería Leiris de París, en una subasta celebrada en Christie's de Londres hace poco. La obra se exhibe junto a otro retrato de Sabartés como fauno, realizado a carboncillo el mismo día, y a cuatro fotografías de Michel Sima, también adquiridas hace poco. Hombre con gorguera, según El Greco, un grabado sobre linóleo de 1962, ha sido vendido por la galería Mulder de Londres por 128.000 euros, junto con las siete pruebas, que revelan el revolucionario proceso ideado por Picasso. La exhibición de la colección de grabados, que incluye 67 piezas sobre linóleo, se renovará cada año. El director subrayó la necesidad de disponer de un presupuesto para compras. "Sabemos comprar y tenemos que poder hacerlo cuando se presenta la ocasión", afirmó. Según el acuerdo de financiación de las instituciones culturales de la ciudad, que Hereu firmó con la ministra Elena Salgado, el Museo Picasso recibirá 2,2 millones de euros.
"Hay que repensar Picasso y la colección, que es la razón de ser de este museo. El lamentado fallecimiento de Palau i Fabre marca el final de una época de aproximaciones biográficas. El nuevo planteamiento museográfico y los nuevos recorridos responden a una lógica no estrictamente cronológica, que ofrece nuevas lecturas más transversales y contextualizadas de la obra de Picasso", indicó Serra, que ha contado con la ayuda de Anna Alcubierre en la museografía y de Àlex Dobaño para la imagen gráfica.
El director destacó la necesidad de integrar el fondo de Picasso con obras de otros artistas, fotografías y documentos. "Son elementos indispensables para construir narrativas y establecer conexiones", insistió.
En las paredes, el blanco ha sido sustituido con diversos tonos de gris que, junto con la nueva iluminación, realza los tonos y las texturas de las obras, que ahora ofrecen una imagen menos abigarrada y más armónica. El cambio es aún más evidente comparado con las salas de Las meninas y las esculturas, que serán modificadas próximamente. "En mayo tendremos que desmontar este espacio para la exposición sobre Las meninas, y así aprovecharemos para reestructurarlo. El año 2007 fue de trabajo intenso y ahora es el momento de enseñar los resultados", concluyó Serra.
A 10 euros
Para promover la visita entre el público local, dentro de un mes entrará en vigor el Carnet Picasso, un pase personal e intransferible que por sólo 10 euros permitirá la entrada ilimitada durante todo el año, tanto para la colección permanente como en las exposiciones temporales, y además sin tener que guardar cola. "El carnet quiere facilitar a los barceloneses el redescubrimiento de un museo ampliamente consolidado", señaló el alcalde.
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