La campaña del PSdeG explota la imagen de Zapatero

El anuncio cuelga de una popular página de Internet, muy apreciada por los nacionalistas, en la que los internautas votan las noticias que les parecen más interesantes. En él se puede leer: "GaliZia: con Z de Zapatero". Esa es, precisamente, la carta que están jugando los responsables de campaña del PSdeG para pedir el voto de los gallegos: explotar la imagen del presidente del Gobierno asociándola con el futuro de Galicia. La apuesta es tan evidente que la imagen de Zapatero es la única que muestran los carteles y las vallas contratadas por el PSOE. Los demás candidatos, ministro incluidos (y en Galicia hay dos, el de Cultura, César Antonio Molina, y la de Agricultura, Elena Espinosa), brillan por su ausencia.

El propio presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, sobre el que descansa la columna vertebral de la campaña, asume ese discurso. "Galicia gana si gana Zapatero", repite hasta la saciedad. Por eso, en sus mítines, desde que comenzó el ritual diario de subirse al atril al ritmo de la musica del partido, Touriño apenas habla de Galicia y dirige toda su artillería verbal contra el PP y contra Mariano Rajoy. Y si se acuerda de su tierra es sólo para recordar la bien que, en su opinión, van las cosas aquí.

El candidato del PP se ha convertido en el blanco de los dardos que diariamente prepara al presidente su equipo de campaña siguiendo el guión de Ferraz. Un día toca "la niña de Rajoy". Al siguiente, la broma del líder del PP sobre el bonobús. Si el aspirante a la Moncloa se declara el candidato "de los currantes", Touriño no duda en mofarse haciéndole aparecer como el ministro más vago...

Touriño ha hecho de la comparación Rajoy-Zapatero el eje de su discurso. No menciona nunca al BNG, su socio de Gobierno, pero una y otra vez recuerda a los presentes la necesidad de movilizarse para que el PSdeG consiga el 9 de marzo una amplia mayoría que le permita gobernar con menos aprietos que en la última legislatura.

Siguiendo el modelo de las municipales del año pasado, en la primera semana de campaña Touriño se ha limitado a participar en un mitin diario y, como mucho, en alguna cena con militantes. El diseño de su campaña pasa por ir "de menos a más" y por eso a partir del lunes combinará los actos con público por las tardes con una serie limitada de actividades matutinas, en su mayor parte paseos y visitas cuidadosamente seleccionadas.

Si el icono de los socialistas es Zapatero, su objetivo es la movilización de los votantes. En el PSdeG se aplican la máxima de que la victoria depende de una amplia participación, de que el partido sea capaz de motivar a la izquierda (incluida la que vota al nacionalismo). Muchos dirigentes socialistas son conscientes de que el reto es conservar el voto que tomaron prestado el 14-M gracias a la reacción social contra el PP tras los atentados del 11 de marzo.

En juego está, según los cálculos socialistas, la posibilidad de aumentar el apoyo al PSdeG entre un 2% y un 3%. El porcentaje es pequeño, pero más que suficiente para provocar un vuelco político sin precedentes y situar a los socialistas por delante del PP por primera vez en la historia de Galicia.

Los populares afirman estar en condiciones de recuperar un escaño por Pontevedra, pero los socialistas han centrado su campaña en Ourense y en A Coruña, donde el PSdeG espera, respectivamente, conseguir un diputado más y empatar con el PP. Si los cálculos de los estrategas de PSdeG no fallan, el 9 de marzo el escaño menos que el censo concede a A Coruña marcará la diferencia.