El PP pierde fuelle en uno de sus feudos más importantes

El sondeo de Metroscopia para EL PAÍS arroja una pérdida de varios escaños -entre uno y tres- para el Partido Popular en Castilla y León, uno de sus feudos más importantes. El primero de estos diputados se encuentra en Soria, donde la provincia, por descenso de población, pasa de elegir tres parlamentarios a votar sólo por dos. Es decir, el PP lo pierde pero no lo gana el PSOE en la región.

En Salamanca, donde el ministro de Trabajo Jesús Caldera se enfrenta al popular Gonzalo Robles, sin embargo, sí que cambia de manos un escaño del PP que ganan los socialistas. En esta ciudad se han producido en los últimos meses varias manifestaciones de los vecinos en contra de las subidas, de hasta el 40%, de los impuestos y tasas municipales del Ayuntamiento (gobernado por los populares); el tercero de los escaños que puede bailar -también del PP al PSOE- se encuentra en Valladolid: a esta ciudad llegó el AVE el pasado 22 de diciembre de 2007.

León, la ciudad donde se crió el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se mantendrá tal y como está, según el sondeo: tres diputados para el PSOE y dos para el PP. Su disputa ha marcado la campaña en esta región, al convertirse, en las elecciones generales de 2004, en la única provincia castellanoleonesa en la que los socialistas lograban más representantes que el PP. El PSOE ganó su último escaño en esta circunscripción por muy poco: por sólo 6.098 votos.

El duelo por los cinco diputados de esa provincia lo protagonizan, como en 2004, el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, nacido en León, y un clásico del ala dura del PP, Juan Morano, uno de los únicos cinco diputados que votaron en la legislatura que acaba de concluir en el Congreso en contra de la reforma del divorcio. Los dos líderes nacionales, Mariano Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero, pararon en esa plaza, conscientes de la importancia de un puñado de votos, que pueden ser decisivos.

En el resto de las circunscripciones castellanoleonesas no se produce ninguna variación, incluida la provincia de Ávila, donde el secretario general del PP, Ángel Acebes, logra mantener los dos representantes conseguidos en las elecciones generales de 2004.