La importancia de llamarse Alberto
Los poderes públicos nos suelen decir que confiemos en la justicia. La gente guapa cuando tiene un problema también dice que confían en la justicia. Si me llamara Alberto y/o tuviera una cuenta corriente bien saneada (aunque sea en un paraíso fiscal, de esos que creamos los trabajadores para mejor gestionar nuestros recursos), creería ciegamente en ella.
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