Locos por Haendel
Las novedades consagradas al compositor alemán se multiplican con versiones de sus óperas y cantatas, por no hablar del aluvión de recitales con sus arias
La música de Georg Friedrich Haendel (1685-1759) ejerce una irresistible fascinación entre los intérpretes actuales, sean cantantes, solistas instrumentales o directores de orquesta. Fruto de esa pasión, la lista de novedades discográficas consagradas al compositor no deja de crecer. Y esto es sólo el principio, porque las discográficas están calentando motores con la vista puesta en el Año Haendel, la conmemoración en 2009 del 250º aniversario de su muerte.
Un sello español de referencia en el repertorio antiguo y barroco, Glossa, está haciendo historia con su integral de las cantatas italianas del compositor sajón a cargo de Fabio Bonizzoni y el grupo La Risonanza. La segunda entrega reúne las que compuso durante su estancia en Roma, en 1707, para un mecenas que desempeñó un papel decisivo en su carrera, el marqués Francesco Maria Ruspoli. Entre ellas, Armida abbandonata, HMW 102, en cuya aria final el joven Haendel fija el modelo de todos los lamentos que habría de destinar a las heroínas de sus óperas londinenses. Música ligera, burbujeante en ocasiones, plagada ya de turbadores acentos y una escritura de cegador virtuosismo instrumental y vocal. Las versiones son de gran belleza, con la soprano Emanuela Galli como protagonista y la colaboración de la también soprano Roberta Invernizzi.
También ha hecho historia el clavecinista y director zaragozano Eduardo López Banzo al convertirse, con la grabación de Amadigi di Gaula, HWV 11, en el primer director de orquesta español que graba una ópera de Haendel. Ahora, tras su paso por Harmonia Mundi, el músico aragonés debuta en el sello Ambroisie (Naïve) con una versión de esta ópera concebida por Haendel al principio de su carrera londinense, en 1715. El sajón acabaría conquistado al público inglés escribiendo las más hermosas y perfectas óperas italianas de su tiempo, y una buena forma de conocer los comienzos de esa leyenda es dejándose llevar por la vital versión de López Banzo.
Más reservas desde el punto de vista estilístico despierta el debut de la joven soprano australiana Danielle de Niese con un recital de arias: a pesar de contar con el sabio acompañamiento de William Christie y Les Arts Florissants (Decca), parece más preocupada por exhibir su facilidad para las agilidades y sus espectaculares agudos que por la expresividad. En el polo opuesto podemos situar el exquisito trabajo del tenor británico Mark Padmore, que sin contar con unos medios excepcionales sabe cantar Haendel sin afectación, situando la musicalidad por encima del simple lucimiento.
Amadigi di Gaula. Eduardo López Banzo. Ambroisie. Le Cantate per il Marchese Ruspoli. Fabio Bonizzoni. Glossa. Arias. Danielle de Niese/William Christie. Decca. Arias. Mark Padmore/Andrew Manz.
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