Aena instala un sonómetro portátil en Paracuellos

En Paracuellos de Jarama, a unos 15 kilómetros al noreste de Madrid, viven algo más de 8.500 vecinos. En los bares de la zona ayer no se hablaba ni de las próximas elecciones, ni de la crisis económica, ni mucho menos de fútbol. La preocupación de la mayoría de los habitantes de esta pequeña localidad es el ruido que hacen los aviones cuando sobrevuelan sus cabezas. El aeropuerto de Madrid-Barajas se encuentra a unos cinco kilometros y desde allí despegan cada día cientos de aviones que en sus rutas establecidas tienen que pasar obligatoriamente por Paracuellos.

Los vecinos de las urbanizaciones del municipio charlaban ayer sobre un extraño artilugio que AENA, la sociedad que gestiona los aeropuertos españoles, ha instalado en la terraza de uno de los chalés de la zona. Es un sonómetro portátil que parece más bien una antena parabólica.

"Hemos llegado a un acuerdo con AENA", dice Sergio Krsitic, concejal de Medio Ambiente del municipio, "y nos ha dejado el aparato para medir de forma correcta el estruendo que provocan los aviones a su paso". De esta forma, se podrán obtener precisos datos sobre el ruido de los aeroplanos. Paracuellos ha sido excluida de la huella sonora, elaborada por el Ministerio de Fomento para establecer las compensaciones por los efectos del aeropuerto. Los sonómetros que tiene el organismo estatal para medir el ruido están más lejos y sus datos están distorsionados, según los vecinos. Hay uno en el centro del pueblo, a tres kilómetros; y otro en Belvis de Jarama, a cinco kilómetros.

"El aparato estará en Lomas de Jarama durante un mes", explica Krsitic. Luego será trasladado a otra ubicación en Altos del Jarama, otra de las urbanizaciones. "Estamos negociando con AENA para que podamos ponerla también en otras dos zonas residenciales", concluye.