"Nuestro voto será decisivo"

Esta economista de 48 años, madre, de aspecto frágil y gestos y verbo decidido, fue elegida por los periodistas parlamentarios como la diputada revelación del Congreso, con apenas cinco meses de portavocía, después de que el Grupo Canario se disgregara tras la marcha del ex presidente Román Rodríguez. En mayo, Ana Oramas revalidó como alcaldesa de La Laguna, con la candidatura más votada en todas las mesas.

Pregunta. ¿Cómo afronta el reto de recuperar los diputados suficientes para constituir de nuevo el Grupo Parlamentario?

Respuesta. Confiamos en obtener el mismo apoyo de las últimas elecciones de marzo, con lo que seríamos la primera fuerza en Canarias. Aspiramos a tener tres diputados por Santa Cruz de Tenerife y otro en Las Palmas. Las encuestas sólo dicen que no se sabe quién va a ganar y que los grupos minoritarios serán decisivos en la conformación del próximo Gobierno.

P. ¿Cómo un partido pequeño logra hacer oír su mensaje en la lucha de estos dos titanes?

R. En Canarias, la campaña es distinta. Tenemos tiempo de acercarnos a cada ciudadano, recorrer cada uno de los pueblos y visitar cada isla. Somos un nacionalismo solidario y no excluyente, no queremos romper el Estado de las autonomías, ni salirnos del marco institucional. Tenemos un hecho que sí nos diferencia del resto de España: somos islas, muy lejanas, eso que Europa ya ha reconocido como ultraperificidad, que aún no contempla la Constitución.

P. ¿Por qué es necesario un Grupo Canario en las Cortes?

R. Porque todas las leyes tienen que adaptarse al hecho insular. Se han logrado avances importantes para las islas. Siempre hemos dado estabilidad y apoyo al Gobierno. El único diputado en quien tuvo confianza toda la Cámara para dirigir la comisión más dura de toda la democracia, la del 11-M, fue Paulino Rivero. Hemos apoyado todos los proyectos de ley que han supuesto avances sociales para este país.

P. ¿Los parlamentarios canarios del PSOE y el PP no defienden bien a las islas?

R. Ni son menos canarios, ni menos trabajadores. Sencillamente, sus partidos no los dejan intervenir y, muchas veces, cuando levantan la mano es para oponerse a beneficios para las islas. CC participa en cada uno de los proyectos de ley de este país para que éstos aborden el hecho insular. Ha habido legislaturas en las que ellos no intervienen ni una sola vez. Nosotros lo hacemos cada semana.

P. ¿Tras 30 años de democracia, hay que recordar que hay un territorio tan singular como Canarias? ¿no está asumido ya?

R. Pues así es. Estamos muy lejos. La única promesa que ha cumplido Zapatero con Canarias es haber venido de vacaciones. Estamos hartos de que sólo vengan de vacaciones o en campaña electoral.

P. ¿Qué balance hace de esta legislatura?

R. Hemos tenido un Gobierno y una oposición que no han estado a la altura, ni en lo que ha necesitado este país. Esta campaña es una inmoralidad, prometiendo cheques cuando nadie se interesa por las pensiones no contributivas, 320 euros al mes de los que viven familias enteras. Esta legislatura ha habido notables avances sociales, pero hemos perdido peso en el mundo, no se ha luchado contra la inmigración irregular, donde se ha producido el mayor drama humano desde la guerra de los Balcanes. Entre 2006 y 2007 más de 9.000 jóvenes han perdido la vida en su intento por alcanzar las costas de Canarias. Me abre las entrañas que un ministro como Caldera diga que este año sólo han muerto 3.000.

P. CC mantiene un pacto de Gobierno en Canarias con el PP, ¿será incompatible apoyar al PSOE si gana las elecciones?

R. No estamos en condiciones de apoyar a nadie. Vamos a defender a Canarias. Podemos vivir un momento histórico, donde nuestro voto será decisivo.

P. ¿Por qué han radicalizado su discurso en materia de población, inmigración y soberanía?

R. No es así, el nuevo estatuto de autonomía cumple con la Constitución, sin agraviar a otras comunidades, como otras sí han hecho. Hay comunidades que siguen recibiendo financiación respecto a la población que tenían en 1999 y ahora tienen mucho menos, cuando en Canarias hay 500.000 personas más y nadie lo quiere contemplar.