Emboscada junto al estadio

Más de 1.200 aficionados del Valencia acompañaron a su equipo en el Camp Nou. Ubicados en la zona más alta del gol sur del campo, apenas se escucharon sus cánticos, pero la profusión de camisetas color naranja les delataba entre las 74.738 localidades ocupadas ayer. A ellos se dirigieron los jugadores de Ronald Koeman nada más terminar el duelo, agradeciendo su presencia. También lo hizo el técnico holandés: "Gestos como éste nos ayudan y nos hacen sentirnos cerca de la afición. Para los jugadores es importante", dijo el técnico. Justo en esos momentos, mientras el entrenador holandés hablaba en la sala de prensa del Camp Nou, en los alrededores del estadio se producían algunos incidentes. Un grupo de radicales del Barça hicieron una emboscada a seguidores valencianistas cerca de los autocares que debían devolverles a casa. "No había policía, nadie nos escoltó y un grupo de aficionados del Barcelona nos estaba esperando", denunció un seguidor del Valencia.

Mientras en la calle se vivía este altercado, que no tuvo mayores consecuencias, Koeman se quejó: "Llevamos demasiadas equivocaciones en contra" dijo; "Nos vamos de Barcelona cabreados porque ha sido mano de Eto'o en el gol del empate". El holandés alabó las ocasiones creadas por el Barça. Su compatriota Frank Rijkaard, por su parte, consideró "merecido" el empate y no quiso valorar el trabajo del árbitro.