"Queremos obligar a PP y PSOE a actuar como partidos nacionales"
El cartel electoral de UPD es el DNI de Rosa Díez (Sodupe, Vizcaya, 1952). Tal cual. No porque sea un proyecto personalista, aseguran en el partido, sino porque ésa es la voz que quieren representar: la de los ciudadanos sin más etiquetas, ni de origen ni de ideología.
Pregunta. En UPD hay gente de todo origen: huidos del PSOE y otros críticos con el Partido Popular. ¿Es el partido de los desengañados?
Respuesta. No, es el partido de los optimistas, de los que no se resignan. Aquí a nadie se le pregunta de dónde viene, y la inmensa mayoría nunca ha militado en partidos.
P. ¿Por eso no han querido definirse como de izquierda, derecha o centro?
R. Somos un partido laico y progresista. El progreso no es propiedad de derecha ni de izquierda. Y somos un partido transversal. En UPD militamos personas como yo (de la izquierda no dogmática) y liberales.
"El Estado debe recuperar las competencias de educación"
"Me costó aceptar que el PSOE dejó de ser el partido que vertebraba España"
P. ¿Por qué no se fue antes del PSOE?
R. Estuve en el PSOE mientras creí que seguía siendo un partido útil para cambiar la sociedad.
P. ¿Dejó de serlo el año pasado?
R. Yo llegué a la conclusión en agosto. Me costó mucho aceptar que el PSOE había dejado de ser ese partido que vertebraba España. Vertebrar es defender en toda España la misma política, porque es lo que garantiza la igualdad. Eso no significa no hacer pactos, pero sin perder el sentido de Estado. Y el PSOE lo ha perdido en esta legislatura.
P. UPD defiende que no se firme "ningún acuerdo de fondo" con los nacionalistas, pero usted formó parte de un Gobierno PSE-PNV durante siete años. ¿Fue un error, o aquellos nacionalistas no eran como los de ahora?
R. El PSOE hizo ese pacto por sentido de Estado. Teníamos un objetivo: constitucionalizar al nacionalismo vasco. Pero la conclusión que extrajimos es que el nacionalismo es insaciable: entre defender la democracia o su hegemonía, incluso mezclado con los violentos, opta por lo segundo. Pactar el modelo de Estado con partidos que no creen en el Estado es, más que un error, una extravagancia. Es lo que ha hecho Zapatero en esta legislatura.
P. UPD se declara partido laico. ¿Con qué propuestas?
R. Educación laica, revisar el Concordato con la Iglesia, sacar las religiones del currículo y del horario lectivo, eliminar los signos religiosos en los colegios...
P. Proponen que el Estado recupere algunas competencias. ¿Cuáles y por qué?
R. Sobre todo la educación, el instrumento más igualitario y cohesionador. Ahora hay 17 leyes educativas y las comunidades autónomas deciden el 50% del currículo. Así no es de extrañar que nuestros resultados educativos no sean de lo más boyantes.
P. ¿Por qué no mencionan en el programa su posición sobre el aborto y la eutanasia?
R. Porque no hemos hecho propuestas sobre ello.
P. ¿No tienen opinión?
R. Hemos hecho un programa propositivo: sobre aquellas leyes que no queremos cambiar o no hemos llegado a una posición, no proponemos nada. Yo siempre he defendido la ley de plazos, pero UPD ha decidido no pronunciarse en este momento.
P. ¿Hay que prohibir el pañuelo musulmán en colegios?
R. En los colegios no debe permitirse un elemento de discriminación entre hombres y mujeres como el pañuelo. La ley musulmana discrimina a la mujer.
P. A las que dicen que lo llevan porque quieren, ¿no les cree?
R. ¿Cuántas mujeres conoce que dicen que les pegan porque no se portan bien? No: si te pegan, te pegan. Si te discriminan, te discriminan, aunque a ti te parezca que no.
P. ¿Qué le parece el contrato de integración para inmigrantes que propone el PP?
R. Es que no entiendo qué es eso del contrato. No resuelve nada. Lo que España necesita es un Pacto de Estado de inmigración.
P. ¿A quién votaría en la investidura, PP o PSOE?
R. A ninguno de los dos si no están dispuestos a afrontar las grandes reformas que planteamos. Si nuestro partido no es clave, gane quien gane las elecciones el 9 de marzo mandarán los nacionalistas: PSOE y Partido Popular pactarán con ellos. Salvo que haya una tercera fuerza política que defienda al Estado y les coja de la solapa y les obligue a comportarse como partidos nacionales.
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