"¿Pero adónde vas tan rápido?"

-"¡David [Belenguer], que el árbitro ha pitado fuera de juego! ¿Pero adónde vas tan rápido?".

-"¡Coño, pues por eso!".

Abbondanzieri, el portero del Getafe, se sorprendió tanto o más que Drenthe, Torres, Cannavaro, Sergio Ramos, Gago y Robben, los seis jugadores del Madrid que festejaban en una esquina la diana del extremo holandés en el minuto 64, cuando Belenguer se metió "como un rayo" dentro de la portería a por el balón. Doce segundos transcurrieron desde que el central del Getafe lo puso de nuevo en juego hasta el tanto de Uche a Casillas.

"Tenía al lado a Daudén Ibáñez y al momento me di cuenta de que la jugada estaba invalidada. ¡Y medio Madrid de fiesta en el córner! Los únicos que estaban en su sitio eran Raúl y Van Nistelrooy, a mi lado, y Heinze y Guti, en el círculo central. Me dije: '¡Ésta es la nuestra. Jugadas así no se dan!'. Cogí la pelota a toda prisa y saqué hacia el centro. Menos mal que Raúl, que estaba atento, no llegó a cortar el pase", explica el capitán del Getafe.

Belenguer: "¡Medio Madrid de fiesta en el córner! Me dije: '¡Ésta es la nuestra!"

Casquero: "En cuanto recibí el balón, salí zumbando. Tenía todo el Bernabéu para mí"

Pablo: "Lo más difícil fue mantener la calma. ¡Como tenía tanto espacio...!"

Uche: "El tanto es del equipo, no mío. Pero la di de primeras, rasita, pegada al palo"

"Estuvo pillo el tío, pero yo estaba rogándole que sacara desde antes", cuenta Casquero, que recibió el esférico "más solo que la una". "Cuando metes un gol, lo primero es que el línier se vuelva hacia el centro del campo. ¡Y, joder, todo el mundo había visto que había levantado la bandera, pero ellos ni caso! ¿Se creían que por estar todos allí se lo iban a dar? Miré a David [Belenguer] y le grité que sacase ya, pero era imposible. No se oía nada. Sólo, los pitos de las trompetas. En cuanto la recibí, salí zumbando. Como una bala. Sin mirar atrás. ¡Tenía todo el Bernabéu para correr para mí solo!", prosigue el centrocampista.

Los cuatro participantes en el contragolpe entienden que el gol es factura suya. "La conducción de Javi [Casquero] fue perfecta, por no hablar del quiebro a Guti", alaba Uche. "Si hubieran estado en línea Heinze y Guti, habría sido más difícil. Igual uno habría salido a tapar y adiós... Pero Guti estaba más adelantado. Había muchos huecos, pero le regateé y ya todo quedó más claro. Era un tres para uno", continúa Casquero.

El medio subió el balón desde su área hasta que, a falta de 35 metros, abrió el juego hacia la derecha. Por la orilla corría Pablo Hernández. "Lo que se me hizo más difícil fue mantener la calma. Como tenía tanto espacio por delante...", cuenta el canterano del Valencia, cuyo regreso a Mestalla ha exigido ya Ronald Koeman para la próxima temporada. "Según me vino, golpeé al balón de primeras hacia el segundo palo, por donde llegaba Uche", añade.

"El gol es del equipo, no mío. Aunque la pegué de primeras con la derecha, ¿eh? Mejor, imposible. Rasita y pegada al palo", recuerda el delantero nigeriano, que sigue sin entender muy bien qué pasó. "Estábamos Pablo y yo en el círculo central y Cannavaro se fue corriendo hacia el córner. ¡Nos dejó solos con Heinze! Nos miramos y nos abrimos cada uno por su banda. Por si acaso, entre nosotros y Casquero también estaba Albín", relata.

Su gol dio picante a la Liga -el Barcelona ya está a dos puntos- y acabó con la racha de victorias consecutivas, 18, del Madrid en su campo, de las que 11 correspondían a la temporada actual. De paso, el conjunto de Michael Laudrup cerró un círculo: ningún equipo puntuaba en el estadio Bernabéu precisamente desde el empate del Getafe el 3 de marzo de 2007: 1-1. Entonces lo dirigía Bernd Schuster.

"Sabíamos que no podíamos salir al campo como lo hizo el Valladolid, que empezó tuteando al Madrid y se marchó con un 7-0 en contra", cuenta Belenguer. "En el vestuario habíamos hablado de que teníamos que tener paciencia y esperar nuestra oportunidad. Aunque no esperábamos que nos llegara de esa forma", se sincera. "La jugada fue tan rápida que [Michael] Laudrup y yo ni siquiera vimos a Belenguer sacar la falta. Cuando nos dimos cuenta, Casquero estaba ya corriendo por el centro del campo. No fue ensayado, sino producto de la experiencia de los jugadores. Fueron muy listos", analiza Luis Milla, segundo entrenador del Getafe. "Era un partido de empate a cero y el Madrid se encontró con algo que no esperaba. El encuentro se nos hizo eterno hasta el final", agrega.

Hasta Schuster, pese a haberse mudado de banquillo, aplaudió el gol de Uche por su pillería. "No hay excusas que valgan. Lo siento por Schuster y Manolo Ruiz. Ellos no tienen la culpa. No es la primera vez que se intenta sorprender al contrario tras una jugada anulada", puntualiza Casquero.

Ni tampoco aprovechar el despiste de los defensas. La temporada pasada, el bético Sobis empató, 1-1, para su equipo en el Camp Nou en el minuto 89 después de que su compañero Assunção sacara con rapidez una falta en el centro del campo mientras varios jugadores del Barça protestaban al árbitro.

"El nuestro fue un gol de cine. El Oscar al mejor contragolpe", resume Belenguer. "¡Menos mal que me hizo caso y se lo tomó con calma!", ironiza Abbondanzieri.

Real Madrid 0 - Getafe 1