"Robinho es básico"
El vestuario del Madrid añora al brasileño y mira con preocupación al Barcelona
Fabio Cannavaro, napolitano, experto en convulsiones sociales, jurídicas y deportivas, es una voz autorizada en momentos de crisis. Ayer, tras la derrota frente al Getafe (0-1), se zambulló en el vestuario de Valdebebas y, cuando sacó la cabeza, sonreía. Tenía un veredicto. Dijo: "Hay que mantener la calma".
Cannavaro percibe que el Madrid está amenazado. No le acechan problemas futbolísticos nuevos, aunque haya perdido cuatro de los cinco últimos partidos. Tampoco el Barça, su gran adversario, ha mejorado especialmente su rendimiento, aunque no haya vuelto a perder desde el clásico del Camp Nou, el 23 de diciembre. En el Madrid todo se reduce a una cuestión psicológica. De ahí, el semblante sonriente de Cannavaro, que sabe que el peligro es el pánico. Como dijo una de las voces más elocuentes de la plantilla, gesticulando con las manos como si fuesen las mandíbulas de un animal feroz: "¡Mejor corramos! Si miramos atrás, lo que vemos es al Barça que viene a por nosotros abriendo la boca así...".
"Corramos. El Barça viene a por nosotros abriendo la boca así", bromean los jugadores
El vestuario del Madrid es rico en caracteres y opiniones. Es tan abigarrado que hasta registra la convivencia de raulistas y raulescépticos, capellistas y schusteristas. Como cada uno tiene su propio criterio, coincidir en un único diagnóstico para la crisis resulta difícil. Sólo hay un punto en el que nadie tiene dudas. Incluso el entrenador, Bernd Schuster, piensa lo mismo. "Robinho es básico", dicen. Todos creen que su lesión -un problema muscular en el abdomen- ha afectado al rendimiento ofensivo del que sigue siendo el equipo más goleador de la Liga.
"Antes nos acusaban de falta de excelencia", dice un técnico del club; "se quejaban porque Casillas paraba más remates que nadie. Ahora nos acusan por falta de resultados. Jugamos mejor que nunca, nos defendemos mejor, recibimos menos remates que antes, Casillas ha dejado de intervenir... Pero, cuando nos tiran, nos hacen más daño. Y arriba tenemos poca claridad".
"Se nos han lesionado tres jugadores básicos", explica el mismo técnico: "Pepe, Heinze y Robinho. En la defensa, aun sin Pepe ni Heinze, no estamos tan mal. Pero en el ataque Robinho siempre arrastra a dos marcadores. Crea muchos espacios para Raúl y Ruud [Van Nistelrooy]. Es para nosotros lo que Messi para el Barça: el que elabora, el que rompe los partidos".
Contra el Getafe y el Almería el equipo se quedó sin marcar y contra el Roma y el Betis marcó sólo dos goles. La falta de contundencia ofensiva impide apreciar la mejoría defensiva. En el último mes, el Madrid no sólo ha tenido más el balón. En las tres derrotas (Almería, Betis y Getafe) ha sufrido una media de tres disparos entre los tres palos cuando el promedio es de más de cinco.
"No se puede explicar", dice Cannavaro, que procura dar el ejemplo sin atormentarse, serenamente: "Nuestros problemas son de resultados, no de juego".
Los jugadores y los técnicos coinciden en que contra el Roma hicieron el mejor partido de la temporada. Por eso mismo, la derrota siembra dudas. Algunos se preguntan si hay que cambiar el estilo. Schuster y sus ayudantes han redoblado esfuerzos para convencer a los futbolistas de que hay que seguir intentando tener el balón. En el vestuario, al calor de las dudas, surgen focos contrarios a lo que, despectivamente, califican de tiki-taka.
En plena ola de incertidumbre, abundan las bajas. Schuster espera recuperar a Pepe y Robinho para recibir al Roma. Pero Salgado, Ramos, Baptista, Cannavaro, Heinze y Guti padecen golpes y problemas musculares.
Mientras tanto, el Barça ha recuperado a todos sus lesionados. Es otra de las noticias inquietantes que llegan del Camp Nou a Valdebebas.
Raúl dice: "A esto le queda mucho". El capitán intenta lanzar un mensaje tranquilizador. Algunos de sus colegas menean la cabeza: "Esperemos que no quede demasiado".
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