Hacia la Magdalena, mirando al cielo

El tiempo respetó a las decenas de miles de asistentes a la romeria de les canyes, en Castellón, que poco después de las 8 de la mañana iniciaron el camino de subida al cerro del Castell Vell. Pese a que las previsiones vaticinaban lluvia desde primera hora, las rachas de aire frío impidieron que el agua descargara durante la peregrinación. Mirando al cielo y ataviados con prendas de abrigo, el gris que encapotó el cielo sobre la comarca de La Plana no amedrentó a nadie. Así, la participación fue tan multitudinaria como en anteriores ediciones.

La peregrinación transcurrió sin incidentes destacables. El único contratiempo para algunos fue el cambio del punto de salida de los autobuses que, desde las 8 de la mañana, realizan el recorrido de la romería hasta el pie del cerro donde se encuentra el ermitorio. Pese a que la variación fue anunciada, a esas horas se pudieron ver varios grupos de romeros que esperaban, en vano, la llegada del transporte. Los trenes que Renfe dispuso para acercar a los participantes en el acto más importante de la semana festera de la Magdalena no sufrieron ningún problema.

Antes de iniciar el camino, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, también habló de la fiesta e hizo referencia a que "el hecho de caminar todos juntos es muy importante para rememorar la historia, la tradición y las costumbres". "El camino tenemos que construirlo todos juntos y ésta es una de las tradiciones más importantes de la Comunidad Valenciana", alegó. En el mismo tono, el socialista Jordi Sevilla apuntó: "Hoy dejamos de lado la actividad política porque éste es un acto muy importante, sobre todo porque evidencia que nosotros, los políticos, tenemos muchas cosas en común, entre nosotros y con los ciudadanos. Hay muchos aspectos que nos unen y es en lo que tenemos que incidir".

El presidente de la Generalitat, Fracisco Camps, sin embargo, rompió con la costumbre de no abordar cuestiones políticas durante la romería.Durante la celebración de la secular romeria de les canyes, acto que conmemora la supuesta bajada de los primeros castellonenses para la fundación de la ciudad, el presidente Camps sí cumplió con su costumbre de acudir a la convocatoria, tal como había hecho en ediciones anteriores. Pero no se reprimió cuando fue preguntado por la actualidad política, en plena campaña electoral y al día siguiente del mitin de José Luis Rodríguez Zapatero en la plaza de toros de Valencia. De nada sirvió el bando dictado desde el ayuntamiento de la capital de La Plana, Alberto Fabra, en la que hacía una petición expresa para que los actos festivos fueran eso, actos festivos y no políticos.

Camps no pidió el voto para su partido pero contestó a Zapatero que el sábado proclamó que "el trasvase del Ebro es la mayor estafa cometida en esta tierra". "Lo que es una estafa es la legislatura de Zapatero", replicó Camps antes de iniciar el camino que separa la concatedral de Santa María de la ermita de la Magdalena. Y también habló de la alta veelocidad, a pesar de que, poco antes, el alcalde de Castellón, Alberto fabra, había dicho: "Ha habido tiempo de hacer política y también lo habrá después".

Junto a Camps, estuvieron otros de los habituales: el cabeza de lista del PSOE por Castellón, Jordi Sevilla, el vicepresidente del Consell, Vicente Rambla, y diversas figuras políticas que se incorporaron a la comitiva oficial, como la número dos de los popualres por Castellón, Andrea Fabra. Resultó muy comentada la ausencia del cabeza de lista por la circunscripción y coordinador del porgrama electoral del PP, Juan Costa.

Por otro lado, aunque la lluvia respetó la romería, por la tarde arreció y obligó a la Junta de Fiestas a anular el desfile de gaiates previsto, uno de los actos más emblemáticos de las fiestas de la Magdalena, en el que las diferentes comisiones sacan a las calles de la ciudad los monumentos iluminados. Fuentes de la Junta de Fiestas plantearon la posibilidad de que las 19 gaiates desfilen por por las calles de Castellón esta tarde.