Cruyff ficha a Van Basten

Jugaban el Ajax y el Inter un partido amistoso de juveniles en Milán. Era el verano de 1980 y Johan Cruyff presentó a Sandro Mazzola, una leyenda del Inter, a un chico de 16 años que iba a hacer historia. "Mírale. Es el nuevo Cruyff", le dijo El Flaco. Era Marco Van Basten. Casi 30 años después, la ex estrella del Barça acaba de volver como asesor al Ajax y no ha tardado ni dos días en tomar su primera decisión: Van Basten será entrenador del equipo holandés en junio, cuando acabe la Eurocopa de Suiza y Austria y deje de ser seleccionador de Holanda. Ni a Mazzola ni a nadie puede haberle sorprendido.

"Marco es como yo", defendió siempre Cruyff, incluso cuando la prensa especuló con que el ex delantero del Milan pudiera ser el sustituto de Frank Rijkaard en el Barça. "La victoria no es suficiente para él. Entiende que también tiene que haber un fútbol bello. Encuentro eso maravilloso".

Van Basten, 43 años, ha firmado por cuatro temporadas y llegará al club acompañado por John van't Schip y Rob Witschge, que también son sus asistentes en la selección.

"Estamos muy contentos. Son tres entrenadores muy ambiciosos con conocimiento del Ajax y carreras internacionales", resumió Martin van Geel, director técnico del club, en crisis desde 2004, cuando conquistó su último título de Liga. La decisión de contratar al triunvirato también tiene los parabienes de Cruyff, que desde su columna diaria en un diario holandés siempre alabó a Van Basten como seleccionador: "Cuando uno repasa los últimos cuatro años de Holanda, con Van Basten y Van't Schip al frente, ve que los resultados han sido muy buenos. Las críticas se han centrado particularmente en el nivel de juego, una cosa con la que siempre he tenido dificultades. El problema no está en la selección, sino en el desarrollo de jóvenes talentos en sus clubes. Desafortunadamente, pocas personas ven y si todo el mundo mantiene los ojos cerrados sólo empeorará".

Sentado en el banquillo del Barça, Cruyff fue responsable de la aparición del dream team y de la quinta del Mini de De la Peña, siempre mirando hacia las categorías inferiores. Antes, como símbolo del Ajax en el ocaso de su carrera, rindió su primer tributo al fútbol de cantera señalando a Van Basten. El chico tenía 18 años cuando atendió a dos o tres breves órdenes del capitán del Ajax, al que sustituyó en un partido contra el Nijmegen. Fue el debut de San Marco. Logró un gol. Y comenzó una carrera que le llevó al Milan, a la Bota de Oro, a la Copa de Europa, la Recopa y la Eurocopa; a las fricciones con Sacchi; al éxito absoluto, sólo limitado por un tobillo maldito, y a la comparación permanente con Cruyff. Desde ayer, los dos vuelven a estar juntos.