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Reportaje:

"No vamos a ninguna parte"

Navarro, que se acerca al récord de triples de un 'rookie', decepcionado con Memphis

El vestuario de los Grizzlies es un funeral. Apenas habla nadie tras haberse consumado la derrota número 40 en la pista de los Clippers. Juan Carlos Navarro se lo toma con flema. Cuando regresa de la ducha, una de las pocas periodistas que siguen los avatares del antepenúltimo clasificado de la NBA le ha quitado el asiento de su taquilla para entrevistar al base Mike Conley. Navarro bromea con la situación, se viste y sale pitando hacia un restaurante de Los Ángeles para reunirse con su amigo Pau Gasol, antes de emprender camino de regreso a Memphis.

El 2 del equipo de Tennessee explica la triste situación sin medias tintas: "Son momentos muy duros. Nadie se acostumbra a perder tanto. Empezamos los partidos bien, pero a medida que pasan los minutos, nos atascamos y acabamos perdiendo uno tras otro. Los equipos rivales lo ven y lo aprovechan, y los árbitros también y no nos respetan. No seguimos un camino, no vamos a ninguna parte".

"No veo que los compañeros se cabreen tras perder. Yo no soy así"

La resignación es generalizada. Resignación y una evidente falta de complicidad es lo que, al menos en apariencia, se observa en los Grizzlies. "No veo que los compañeros se cabreen mucho. Es una filosofía del campeonato, al cabo de nada siempre tienes un partido nuevo. Pero yo no soy así y se me nota un poco más", admite Navarro. Él no atraviesa por un buen momento de juego, aunque brillara en el All Star de los novatos y haya sido titular en cinco de los últimos diez partidos. "No se trata de que juegue mucho o poco", asegura. "Se trata del nivel del equipo. Nadie tiene claro su papel. Yo estoy ahí, soy uno más y está claro que no soy muy importante en el equipo. Pero bueno, ya sabía dónde venía. El ambiente del equipo no es el mejor, hay pocas bromas y yo soy un rookie para mis compañeros y para los árbitros". Suma 103 triples, con el próximo batirá el récord de un novato en la franquicia, en poder de Shane Battier, y va camino de superar también el de la NBA, que ostenta Kerry Kittles (Nets) con 158 triples, en 1997. "Eso no me obsesiona. Últimamente no veo claros los tiros. Ya me explicaron que los rookies atraviesan por un momento más difícil mediada la temporada, pero espero ir hacia arriba".

Navarro, a sus 27 años, afrontó el reto de la NBA renunciando a su papel estelar en el Barça y asumiendo una ficha muy inferior, de unos 360.000 euros. "Los Grizzlies no me han comentado nada respecto al futuro, pero sí me han hecho saber que están contentos conmigo", desvela. "Se habla de que tengo varias ofertas pero, en principio, tengo contrato y aunque algunos equipos se han interesado por mí lo que quiero es que haya uno que presente una oferta importante. Y después decidiremos".

Una vez que ha pasado la fase más dura de su adaptación a la vida en Estados Unidos y a la competición, Navarro está decidido a continuar en la NBA. Ya se verá si en los Grizzlies. "Las perspectivas son complicadas. No parecen tener intención de introducir muchos cambios. Trabajan más a largo plazo, de cara al futuro. Yo sabía lo que había y si me hubieran dicho al principio de la temporada que iba a jugar una media de 26 minutos lo habría firmado". Le quedan a Navarro 28 partidos hasta el próximo 16 de abril para concluir su primer año en la NBA. No habrá sido un camino de rosas, pero habrá demostrado su valía. Por otra parte, los Blazers de Portland ganaron a Seattle (92-88) con tres puntos y dos asistencias de Sergio Rodríguez.

Navarro en el partido contra Sacramento Kings.
Navarro en el partido contra Sacramento Kings.EFE

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