El Getafe es un escándalo

El Getafe prolongó su debut de ensueño en Europa tras otro monólogo de 90 minutos ante el AEK, un equipo sin alma ni sustancia. Granero y De la Red, que no podrán comparecer el domingo en su anterior casa, el Bernabéu, por motivos contractuales, se desfondaron y decidieron un encuentro al que le salió un héroe inesperado. Contra, suplente en la Liga, se empeñó en jugar tras conocer la muerte de su padre unas horas antes. El lateral rumano, que luego marcó de penalti, no se hundió y envió un centro milimétrico a la cabeza de Granero justo antes del descanso. El centrocampista, libre de marcaje en el segundo palo, se limitó a acompañar el balón. Por si acaso, ya estaba con la caña lista De la Red, que también acudió al remate.

Con eso y una nueva clase de fútbol control, el Getafe liquidó a los griegos y les mandó al Olimpo. Laudrup incluso se permitió algunos experimentos. Por ejemplo, en el centro de la defensa. Belenguer y Mario se estrenaron como pareja de centrales. Arriba, Braulio y Albín también tuvieron su oportunidad. La aprovechó Braulio, que cruzó un balón suelto en el área. Aunque los que de verdad acudieron al rescate fueron los de siempre, los centrocampistas. Y eso que Granero mandó un libre directo al larguero y a la grada una contra montada por Braulio y que siguió Pablo Hernández. El extremo se ha destapado de tal forma que el Valencia ya ha reclamado su regreso el 30 de junio. Por algo es el futbolista que más centros pone de la Liga y uno de los responsables de que el Getafe sea la escuadra que más faltas recibe en la competición nacional.

En el AEK, el único que probó a Ustari fue Rivaldo, a la media vuelta. Nadie secundó al delantero brasileño, que ya no está para muchos trotes, excepto Kafes, que a punto estuvo de marcar en su portería. Fue el epitafio de otro partido de escándalo del Getafe, que para ser un novato se comporta como un veterano. En octavos le espera el Benfica.

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