"El Gobierno debe comprender el riesgo que corre"

"Estamos ante un pulso de hierro entre el Gobierno de España y el fútbol español. ¿Por qué? No lo entiendo. Es incomprensible. No se puede aceptar esta intromisión del Gobierno. Hay fuego, pero todavía no necesitamos llamar a los bomberos. Espero no tener que tomar la decisión". Y la decisión, palabra de Joseph Blatter, el presidente de la FIFA, asusta: suspender a la Federación Española de Fútbol, lo que impediría que los clubes españoles jugasen en Europa y que la selección participase en la Eurocopa de Austria y Suiza 2008.

Blatter llegó ayer a Madrid para participar en el homenaje a Alfredo Di Stéfano y por la tarde, sin que diera tiempo a preguntarle, azuzó el fuego del enfrentamiento entre el Consejo Superior de Deportes (CSD) y la Federación Española de Fútbol (FEF): el CSD ha enviado un requerimiento a todas las federaciones que no se han clasificado para los Juegos de Pekín 2008 -la de fútbol entre ellas- para que convoquen elecciones antes del 31 de marzo. La FEF, presidida por Angel María Villar, no está por la labor y, tras reunir a su Asamblea General en marzo, pretende programarlas para octubre o noviembre.

Que el Gobierno las quiera adelantar, dice Blatter, es una presión política que puede llevarle a castigar al fútbol español. Antes, claro, la FIFA esperará a las elecciones generales del 9 de marzo por si cambia el Gobierno y con él la opinión del secretario de Estado para el Deporte.

"Hemos enfrentado estos problemas en el pasado", dijo Blatter sentado en la Sala de Juntas del piso de Presidencia del Bernabéu, donde se guarda una borrachera de Copas de Europa -nueve de fútbol y ocho de baloncesto. "En Portugal, el asunto se solucionó con una carta. En Grecia, la federación estuvo suspendida 48 horas al aceptarse de inmediato que la intervención política no era justa", explicó. "En España la situación es incomprensible. Apoyamos totalmente a la federación y esperamos que las autoridades políticas comprendan el riesgo que corren", continuó. "El Comité de Urgencia de la FIFA podría reunirse en seis horas por teléfono o electrónicamente para suspender a la federación. Queremos evitarlo. Sería mal visto por todos. El fútbol es demasiado importante para que esto sea un problema entre dos personalidades que no se quieren [por Villar y Jaime Lissavetzky]", sentenció.

Blatter no quiso irse sin homenajear la figura de Di Stéfano, ese "filósofo ejemplar". A su lado, Ramón Calderón, el presidente del Madrid, que cedió las instalaciones del club como el mejor ejemplo de cuánto han cambiado las cosas desde la disolución del G-14, que defendía los intereses de los clubes. Y siempre, el conflicto de las elecciones: "¿Qué tienen que ver los Juegos? No lo entiendo. Hay dos soluciones: que el Gobierno prefiera que sólo se juegue en España y no tener fútbol internacional o aceptar las normas. Espero una solución de inmediato".