El Depor pierde la fe

El Recreativo se levantó dos veces en la visita del Deportivo. Las dos le ayudó la generosidad de Coloccini. El efecto Zambrano toma cuerpo. Venció a domicilio al Espanyol y ayer nunca perdió la esperanza a pesar de que el partido se le complicó enseguida. Sinama Pongolle se protegió la cara en una falta lanzada por Verdú. Álvarez Izquierdo interpretó penalti; lo marcó Verdú.

Aun así, el Depor fue incapaz de gobernar un partido desesperado, propio de la situación de los dos equipos. El primer tiempo fue cuestión de manos y se las llevó el Depor. Álvarez izquierdo no apreció penalti en dos lances en los que la pelota tropezó con la mano de Lopo en el área gallega. El Recreativo no se descompuso. Con Martins al mando, buscaba las bandas y los cambios de juego para meterle mano a la poblada defensa ideada por Miguel Ángel Lotina.

Acumular defensas no quiere decir que se defienda bien. En el minuto 53 Martins botó con delicadeza un córner que remató Beto en las narices de Coloccini. El goleador se sacó la camiseta en la celebración y recibió la segunda cartulina amarilla por un gesto infantil. El Depor tenía casi 40 minutos por delante para enderezar el rumbo contra diez futbolistas y encadenar su cuarto partido sin perder. Fue al revés. Cuatro minutos después, Sinama Pongolle engatilló un derechazo a la escuadra.

Lotina sacó a Wilhelmson y Riki. El sueco profundizó para Manuel Pablo y su centro lo remató el madrileño. El empate parecía cantado. Pero el Depor estropeó el resultado en un visto y no visto. Martins cabeceó una falta lejanísima en la que Coloccini se agachó.