El CIS eleva al máximo la tensión

El PP pisa los talones del PSOE precisamente en la recta final, cuando se acercan las elecciones. El CIS hizo público ayer un macrosondeo (18.000 entrevistas), realizado entre el 21 de enero y el 4 de febrero -en plena crisis de Gallardón y con Zapatero prometiendo devolver 400 euros a todos los contribuyentes- en el que coloca al PP sólo 1,5 puntos por debajo del PSOE.

Es la segunda menor distancia de toda la legislatura, sólo superada por el 1,2 registrado en enero de 2007, tras el atentado de la T-4. En escaños, la verdadera clave de las elecciones, el vértigo es aún mayor: sólo uno separa a ambos partidos en la peor de las combinaciones para el PSOE, y 10 en la mejor.

En el PP se afirma que lo importante es la distribución final de escaños

Con esta ajustadísima proyección, la menor antes de unas elecciones desde 1993, cuando auguró un empate técnico, el CIS, que realiza la encuesta más importante por volumen y coste de las que se hacen en España, sube al máximo la tensión en una campaña que se presume frenética. Los detalles de la encuesta dejan claro lo que todos los estrategas de las campañas de los partidos señalan en los últimos días: el electorado del PP parece mucho más movilizado que el socialista.

El PSOE, que sólo logró abrir brecha con el PP en las encuestas en los primeros meses de la legislatura, ha sufrido tres crisis. La primera, tras la negociación del Estatuto catalán, en enero de 2006, cuando los populares se colocaron a 1,6 puntos. La segunda, tras el fracaso del diálogo con ETA y el atentado de la T-4, que acabó con la vida de dos ciudadanos ecuatorianos, en enero de 2007, cuando la distancia bajó a 1,2. Y ahora, cuando más interesa, a un mes de las elecciones.

En la cúpula del PSOE se detectaba preocupación aunque sin dramatismo por el hecho de que todas las encuestas les dan vencedores aunque reconocen que el margen es estrecho y que les hubiera gustado que la distancia fuera mayor. Asumen que su electorado está menos movilizado que el del rival, pero también dicen que este sondeo es ya "una fotografía antigua", de enero, y que ahora están sensiblemente mejor. En el cuartel electoral del PSOE se afirma que son ganadores en el arranque electoral y que irán creciendo día a día.

En el PP cundía el entusiasmo con cautelas. Los populares ya vienen detectando en los últimos meses una cierta fuga de voto entre los socialistas y sobre todo una consolidación de su electorado, algo que ya constataron en las elecciones municipales. Al PP le gusta la tendencia que marca el CIS, a mejor cuanto más se acercan las elecciones. Sin embargo, Mariano Rajoy siempre dice que lo importante es la distribución final de escaños. Y ahí, dicen fuentes del PP, las previsiones del CIS no sirven. Ninguna encuesta puede prever qué pasará en Teruel, por ejemplo, donde el PP perdió un escaño en 2004 por 211 votos. Y es en los terueles, las 22 provincias donde puede haber movimientos de un escaño, donde se ganan o se pierden las elecciones, insisten en el PP.

Como dato positivo de la encuesta, los socialistas destacan, como siempre, la valoración de Zapatero, que no sólo gana a todos los demás políticos sino que además es el que más sube (más de cuatro décimas). Rajoy también sube, dos décimas, pero se queda a 1,4 puntos de su rival. Hasta ahora, el PP siempre insistía en que a Rajoy le califican muy mal los nacionalistas, al contrario que a Zapatero. El presidente, decían, está peor valorado entre los que votan PSOE que Rajoy entre los que votan PP. Y era cierto, aunque por un margen mínimo. Pero esta vez no. Zapatero obtiene una valoración del 6,85 entre los que dicen haber votado PSOE en 2004 y Rajoy un 6,29 entre los que apoyaron al Partido Popular.