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Necrológica:Patrick de la Sota, ex presidente de la Cámara de Comercio de Bilbao
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Un caballero vascongado

Con este título nombraba un vecino de mi pueblo a aquellos individuos a quienes quería destacar porque a su juicio merecían el respeto y el reconocimiento de la ciudadanía. Ahora lloramos la pérdida de Patricio de la Sota y Mac Mahon (Getxo, 1930-2008), a quien sin ninguna duda se puede atribuir con justicia esa designación. He aquí un hombre que en todo momento se comportaba con la dignidad y discreción que le hicieron merecer el respeto y el afecto de cuantos le conocimos.

Se inició nuestra relación cuando me propuso que formara parte de la junta de gobierno del Museo de Bellas Artes de Bilbao, del que él era presidente efectivo. Bajo su presidencia se produjo la reactivación del museo con la ampliación arquitectónica que permitió habilitar almacenes idóneos y la instalación de nuevos servicios tales como archivo, biblioteca y gabinete de obra gráfica o ampliación y modernización de alguno de los existentes como el laboratorio de restauración.

Fue bajo su dirección cuando se instaló la cinemateca en el museo y también cuando se amplió notablemente la colección permanente. Así mismo, se incrementó la actividad del museo con la permanente presencia de simultáneas exposiciones temporales. Supo mantener una fluida relación con las corporaciones propietarias e imprimió al museo de un dinamismo y un rigor que marcaron para siempre la identidad del centro.

Fueron años difíciles pero él supo sortear las dificultades y ganarse, como digo, a la vez el respeto y el afecto de todos. Existe un cuadro al óleo de Mari Puri Herrero que refleja, de forma simbólica, aquel momento. No sería mala idea de que el museo por el que tanto hizo adquiriera esa obra y la incorporara a su colección. En esta obra confluyen arte e historia.

Tampoco sería desdeñable la publicación de la correspondencia que Julián de Tellaeche dirigió a Ramón de la Sota, padre de Patrick, que este donó al museo.

He destacado de su biografía aquello que está relacionado con sus responsabilidades en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, pero no fue únicamente esta importante etapa la que condensa su dedicación a la cultura del País Vasco ya que gestionó la reinstalación del Instituto Británico en Bilbao, fue el motor del establecimiento del Museo Marítimo de la Ría de Bilbao, presidió la Fundación Sabino Arana y siempre mostró su disposición al apoyo a toda iniciativa favorable al bien del país.

Con una generosidad que por sí sola merece el agradecimiento del país, realizó importantísimas donaciones al Museo Marítimo, al Instituto Labayru y a otras instituciones. Hombre de empresa en línea con su estirpe, presidió la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Bilbao. Espero que éstas y otras actividades sean glosadas por personas más capacitadas. Resta despedir con toda el alma a este noble caballero vascongado.

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