"Gasol puede dar más"
La victoria del DKV Joventut en la Copa ha entusiasmado a los seguidores del baloncesto, reconciliados con un estilo de juego ofensivo y vistoso, heterodoxo y propicio para que brillen talentos como Rudy Fernández y Ricky Rubio. El arquitecto de la eclosión es Aíto García Reneses (Madrid, 1946), el entrenador español con más recorrido de cuantos están en activo y también con más títulos: nueve Ligas y cinco Copas, entre otros.
Pregunta. ¿Se le reconoce más su trabajo?
Respuesta. Sin duda. Yo siempre me he reconocido a mí mismo, pero exteriormente hubo un momento en que fue todo lo contrario. Ahora, prácticamente recibo sólo elogios.
P. ¿Se minusvalora a los entrenadores españoles?
"Pau debe ser más constante. Si sigue así recobrará sus enormes posibilidades"
"Ricky no sólo mira, sino que ve. Aprende de lo que hacen los demás jugadores"
"Una estrella real debe subir el nivel de su equipo. Es el paso que está dando Rudy"
"Ahora sólo recibo elogios, pero hubo un momento en que fue todo lo contrario"
R. Cuando los clubes están dispuestos a tener un presupuesto enorme, generalmente confían en un entrenador extranjero. No sé por qué, pero es una realidad.
P. ¿Dónde marca la diferencia el juego de la Penya?
R. Básicamente en la ilusión y en el juego de conjunto.
P. Y en un estilo, ¿no?
R. Es lo que intentamos y puede darse sólo si los jugadores poseen las capacidades atléticas y técnicas que reúnen bastantes de nuestros jugadores.
P. ¿Teme que el baloncesto control pueda romper con ese estilo?
R. Con 24 segundos de posesión es mucho más difícil que eso ocurra. Antiguamente sucedía más a menudo porque, con 30 segundos, era más propicio.
P. ¿Por qué no engancha más el baloncesto de clubes?
R. El dramatismo de la Copa es muy bonito para el que la gana y para el espectador, pero no tanto para el equipo que llega allí y al primer día se tiene que ir con las orejas gachas. Hay que entender que no siempre se puede jugar un torneo como el de la Copa.
P. ¿No eclipsa la NBA?
R. Yo creo que injustamente. Todos admirábamos mucho la NBA hace bastantes años y últimamente no la admiramos tanto, ni mucho menos, pero sigue teniendo la misma repercusión o más que antes. Eso es producto de su fama anterior y de su buena mercadotecnia. Pero si miras fríamente dos partidos de esta Copa elegidos al tuntún y los comparas con dos partidos cualquiera de la NBA verás que no hay color, en favor de la Copa.
P. ¿Desmoraliza que la NBA se lleve a los mejores?
R. No tenemos que entrenar con egoísmo. Si tienes que tener algún egoísmo debe ser en favor de tu club. En la época dorada del baloncesto universitario, entrenadores como John Wooden o Dean Smith eran sensacionales y nunca entrenaban a los jugadores más de cuatro años. Y tenían el mayor prestigio del mundo porque eran capaces de entrenar bien, que sus equipos jugaran bien y ayudaban a formar a jugadores que luego seguían sus carreras en el mundo profesional o en Europa.
P. ¿Le satisface la evolución de Ricky Rubio?
P. Sí. Tenemos el mismo temor de que le pase lo mismo que a Rudy, a quien después de su explosión en su primer año en la ACB, le costó volver a la senda que después ha retomado pero con mucho esfuerzo por parte de todos. Con Ricky tenemos que suponer que puede pasar algo parecido pero, por ahora, la verdad es que es para disfrutar muchísimo.
P. ¿En qué debe mejorar?
R. El año pasado todos decían muy fácilmente que todo iba perfecto, pero que no tiraba. Este año ya no lo dicen. No tiene un déficit determinado. Debe mejorar en todo, teniendo en cuenta que sus virtudes son muchas.
P. ¿Le pone deberes?
R. No sólo yo. También mi ayudante (Sito Alonso) trabaja mucho con él. Y él mismo, porque tiene una capacidad muy importante que es saber ver. Cuando un compañero o un rival hacen cosas buenas, él no sólo mira sino que ve. No hace falta que le digas: 'estos son los deberes'.
P. ¿No es un exceso de proteccionismo no permitirle conceder entrevistas?
R. ¿Qué le ha parecido el entrenamiento que ha hecho esta mañana?
P. No he podido verlo.
R. No ha podido porque él no ha venido. Estaba en clase. Si un jugador, además de su trabajo y de ir a clase tuviese que conceder entrevistas, sería tremendo. Es mucho mejor que se centre en continuar su formación. Ya tendrá tiempo para lo demás.
P. ¿No es una discriminación para el resto de los jugadores?
R. Él tiene diferencias por todos los lados. Hay que tener en cuenta que debutó a los 14 años en Granada y no fue un debut simbólico, sino que permitió o ayudó muchísimo al equipo a ganar. Como es un caso único en el mundo, vienen a hacerle entrevistas desde, yo qué sé, desde China ¿no? Eso no le permitiría hacer otras cosas mucho más importantes.
P. ¿Los títulos ayudarán a Rudy a dar un salto de calidad?
R. Es un tema que tiene que venir. Hay muchos jugadores, y tomo referencias antiguas como la de Dominique Wilkins cuando jugaba en Atlanta. Era una megaestrella pero su equipo de vez en cuando ganaba un partido. Yo creo que las megaestrellas tienen que lograr que su equipo gane. Para que una estrella sea real su equipo tiene que subir el nivel. Es indudablemente un paso que Rudy está dando.
P. En esa coyuntura está Pau Gasol.
R. Le fue muy bien ir primero a un equipo como Memphis para demostrar sus facultades y para jugar habitualmente. Pero después no sé hasta qué punto no habrá podido mejorar a su equipo. Desde luego, si lees la mayoría de nuestra prensa la culpa no era nunca de Pau, sino siempre de Memphis ¿no? En este orden de cosas, creo que hubiese sido mejor que, si él efectivamente no era el culpable, hubiera dado el paso antes. Aunque todavía está a tiempo porque el cambio seguro que le va a motivar para trabajar a un nivel mucho más alto. Él puede lograrlo aunque no lo ha estado haciendo en los últimos años. Esto es una crítica absolutamente constructiva porque al mismo tiempo ya sabe lo que opino de Pau, lo he escrito, lo he dicho siempre y ojalá el camino que ha empezado en los Lakers le sirva para retomar la senda y llegue al nivel al que realmente puede. Si lo que ha demostrado hasta ahora es bueno, él puede dar más y yo quiero que lo haga.
P. ¿Había estado encorsetado hasta ahora?
R. Yo creo que alicaído. Él no puede poner una bota, pasar cinco minutos, poner otra bota, sino que tiene que ser más constante. Le conozco bien. Es capaz tanto por técnica, como por físico, como por cabeza. Lo deseo fervientemente.
P. ¿Podría ser una megaestrella?
R. Sin duda. Por lo que oigo y leo, lo está haciendo. Pero eso no es una cosa que se logre tres meses no y un día sí. Tiene que hacerlo habitualmente y, si continúa por esta línea, será capaz de recuperar las posibilidades enormes que tiene.
P. ¿Y Navarro?
R. Las circunstancias en que él se fue a la NBA son las mejores. Su club no tenía un gran interés en que se quedase. Él hizo lo mejor que podía hacer. Y no tengo la menor duda de que el año que viene conseguirá un buen contrato.
P. Y Calderón, ¿le sorprende?
R. Positivamente. Tiene un carácter fenomenal, también unas buenas condiciones físicas. Pero un carácter estupendo como demostró en Alicante, en Fuenlabrada, en el Tau, de reserva de Bennett y cuando le surge la oportunidad la aprovecha. Ese carácter le lleva, seguro, a trabajar muy bien, muy serio, y eso es muy importante.
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