"¿Y por qué no voy a ir a Irán?"
Clemente firma con la selección asiática hasta el Mundial 2010, pero no vivirá en el país
"¿Teherán? No me pregunte nada porque lo único que he visto es el hotel en el que me alojé, la sede de la federación, la recepción del embajador y un centro comercial donde tomé una cerveza. Por ahí no van los argumentos de mi decisión". Javier Clemente, desde ayer seleccionador de Irán hasta el Mundial de Suráfrica 2010, regirá los destinos del equipo de ese país "porque Irán ha venido a mí, yo no tenía otra oferta mejor y ¿por qué no voy a ir a Irán?".
Clemente, ex seleccionador de España y Serbia, ha resuelto con Irán el problema de la residencia en aquel país. "Primero, hablé con mi médico para ver cómo estaba mi operación de columna y me ha dado el visto bueno. Lo demás ha sido menor. El problema no es que yo residiera o no en Teherán. Da lo mismo ver un partido in situ de la Liga iraní o verlo en vídeo. También Luis Aragonés, si está en Bilbao, no está en Valencia, pero tiene los vídeos". Así que Clemente actuará como con Serbia, desplazándose (a partir de mediados de marzo) ocho o diez días antes de cada partido.
"Los jugadores iraníes saben correr, chutar y driblar. A partir de ahí vamos a trabajar"
"El problema no es el cambio de cultura ni la vida en el país. Yo voy a trabajar, a entrenar, a ver vídeos... Si cuando estuve como seleccionador de Serbia apenas llegué a conocer un hotel y unos cuantos restaurantes... A mí eso no me importa", advierte Clemente; "el problema no es Teherán, sino que yo no soy capaz de vivir tanto tiempo fuera de mi país. No me acostumbro, pero sea donde sea. Lo demás no me importa. Hay que acostumbrarse a sus circunstancias y ya está". Lo único que le ha quedado de su breve estancia en Teherán es que se trata "de una ciudad muy grande, con un tráfico infernal y continuamente colapsada".
Deportivamente, sabe que tiene cinco futbolistas en el extranjero: "En Osasuna, Nekounam", que se antoja como su mano derecha en Irán, "aunque no habla bien español", dos en Alemania, uno en Italia y otro en Inglaterra "y otros en Qatar o Arabia Saudí", añade. Y lo que corresponde es conseguir la evolución del fútbol en ese país según sus condiciones. "Tampoco hay que volverse loco", señala. El reto no le apura: "Lo que está claro es que los jugadores iraníes saben correr, chutar y driblar. A partir de ahí vamos a trabajar".
A Clemente, encargado de llevar a Irán al Mundial 2010, como Serbia le pidió la clasificación (finalmente, no conseguida) para la Eurocopa de este año, no le preocupan las críticas o bromas recibidas. "Sé que se han hecho chistes y se han vertido muchas opiniones. Lo importante es que me han llamado y ¿por qué no voy a ir?", se pregunta. A mediados de mes volará a Irán para empezar a trabajar. No le preocupa el cambio cultural ni las condiciones de vida, sino el conocimiento de la realidad de la selección iraní, a la que ya ha espiado en vídeo. Nada nuevo: "Cuando firmé con Serbia, me había visto cientos de vídeos de la selección. Esto viene a ser lo mismo".
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