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Tres municipios de Ourense descubren que el Catastro cambió sus límites

Esgos, Xunqueira y Paderne han acordado reclamar la vuelta a las lindes de 1926

El Instituto Geográfico Nacional (IGN) modificó los límites entre Xunqueira de Espadañedo, Esgos y Paderne de Allariz hace ya ocho años pero, hasta hace unos días, ninguno de sus tres alcaldes lo supo. Sólo un vecino, en todo este tiempo, se dio cuenta al consultar el catastro. Una leira suya que antes estaba en Esgos caía ahora, en parte, en el Ayuntamiento de Paderne. El vecino fue a hablar con su alcalde, Manuel Blanco, porque no sabía dónde tenía que pagar los impuestos de aquellos metros cuadrados. Y el regidor popular se quedó estupefacto.

Pasó el tiempo, y el portavoz del BNG en el mismo ayuntamiento, Manuel Penedo, denunció en un pleno reciente que el municipio, "ante la pasividad del alcalde", se estaba volviendo "cada vez más pequeño". Fue entonces cuando Manuel Blanco se puso en contacto con los alcaldes de Paderne, Xosé Manuel Fernández, y Xunqueira, Ricardo González Lage, también ambos del PP, y comprobaron los planos del catastro y todos estuvieron de acuerdo en devolver los límites al lugar donde estaban en 1926, siguiendo las líneas que pintaban, y siguen pintando, la orografía y los regatos.

Consultados los mapas del IGN, los tres alcaldes coinciden al defender que sus municipios, con el cambio, no han perdido superficie. "Esgos no sólo ha ganado cinco casas, sino que sigue midiendo 37,8 kilómetros cuadrados", asegura Blanco. Casi lo mismo que Paderne (38,9) y algo más que Xunqueira (27,6).

Pero hay vecinos a los que no les preocupa si sus ayuntamientos se expanden o menguan. A ellos lo que les importa es que la linde se haya desplazado porque viven al borde de dos términos municipales. Las aldeas en las que la línea ha cambiado son las de Riodebodas y Pardeconde. En la primera, hay una serie de parcelas agrícolas de Esgos que, por una cuestión de tres metros, tienen ahora tierra en Paderne. Y en la segunda, por un desplazamiento de 80 metros en la línea (que imaginaban por el río y ahora se arrima a la carretera), además de numerosas fincas cambian de municipio cinco casas. Si antes sus moradores eran vecinos de Xunqueira de Espadañedo, ahora pertenecen a Esgos.

"Las modificaciones, globalmente, son insignificantes", insiste el alcalde de Esgos, "pero aquí hay mucho localismo. Mucha rivalidad entre el vecindario de los municipios. Por eso hemos tranquilizado a la gente y ya nos hemos puesto a arreglarlo". Blanco no comprende por qué se produjo este cambio: "Aquí nadie lo entiende. Nadie nos avisó y un día vas y lo descubres... Más o menos todos tenemos una idea de cómo funciona el catastro. Allí las cosas no están como es debido".

No obstante, desde el Ministerio de Economía y Hacienda, como portavoz del catastro, se asegura que "la última actualización rústica de Esgos, Xunqueira y Paderne la hizo el IGN entre 1999 y 2000", y que este segundo año "se expusieron los planos, durante 15 días, en los tres ayuntamientos sin que nadie presentase alegaciones". Además, la última revisión del valor catastral, donde se actualizaron las cargas fiscales a las propiedades, se realizó también simultáneamente en 1985 y, según el ministerio, se paga lo mismo en los tres ayuntamientos, por lo que "no les tendría que afectar el cambio de municipio".

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De momento, tal y como explica el alcalde de Xunqueira, los vecinos perjudicados por el salto de concejo en Pardeconde están exentos de algunos pagos. "La Diputación de Ourense, que en el caso de nuestros ayuntamientos es el organismo que se encarga de gestionar el cobro del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), ya está avisada de que no puede cobrarles a estos propietarios, y los propietarios también están advertidos de no abonar ningún recibo que les llegue... Aunque, cuando esto se resuelva, tendrán que pagar lo atrasado".

Un lío de 6.000 euros

Los alcaldes, que acusan al BNG de crear una polémica "electoralista" por llevar la cuestión de las lindes al pleno de Esgos, lamentan que este embrollo les vaya a suponer "tiempo, dinero y mucho papeleo". El regidor de Xunqueira asegura que los trabajos que han encargado para defender la vuelta a las fronteras de 1926 les van a costar 6.000 euros a estos municipios. De momento, ya han mantenido conversaciones con el Instituto Geográfico y con la Gerencia Territorial del Catastro en Ourense, una oficina que, según se indica desde el ministerio, no es responsable de las modificaciones, sino que acata los cambios que decide el IGN.

Los alcaldes se aferran al acta de deslinde que aprobó este organismo en 1926 y aspiran a que antes de que acabe el año el IGN dé el visto bueno a una nueva acta 2008 que será la que mande. Aunque puede ocurrir que el instituto no les dé la razón y sostenga lo que hace ocho años, cuando su personal midió sobre el terreno y elaboró esos mapas digitales que colgaron del tablón de anuncios medio mes.

Fuentes del ministerio aseguran que para cambiar los límites no hay que gastar. "Es algo que se hace de oficio", dicen, "basta con que aprueben una resolución en los plenos y que se la notifiquen a la Xunta, para que dé luz verde y la publique en el diario oficial".

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