El Murcia aguanta hasta el descuento

Con su peor versión, en un día de abulia y en el último suspiro, con un gol de Guille Franco en una posición más que dudosa, el Villarreal se llevó tres puntos de la nada y condenó al Murcia. El fútbol no entiende de justicias ni méritos.

Con seis bajas se presentó el Villarreal en la Nueva Condomina y sin completar la convocatoria. Pero Pellegrini cuenta con una excelente nómina de jugadores. A pesar del cansancio de varios de sus internacionales, el conjunto amarillo fue competitivo. La medular era una novedosa mezcla con la presencia de Josico y el debut de Eguren, centrocampista uruguayo procedente del campeonato sueco.

El Villarreal intento imponer su paso seguro, su ritmo cansino. Y la rapidez mental de sus jugadores. Tales argumentos son los que expone el Villarreal. El Murcia se camufló de presa para poco a poco ejercer de cazador. Más que la búsqueda directa de la victoria, obligada, intento en un inicio restar eficacia al galante rival. Líneas juntas, acumulación de efectivos por detrás del balón y salida rápida a la contra. Armas nada sorprendentes en los equipos dirigidos por Lucas Alcaraz.

El Villarreal quería y tenía el balón. Al Murcia no le hacía falta. Y ni unos ni otros se asomaban más allá de la línea de tres cuartos contraria. El largo sobeteo del equipo amarillo resultaba insulso. La presión y escasa posesión grana, que fue ganando metros minuto a minuto, era insustancial pero, al menos, alejaba el peligro lejos de Notario. Buena noticia para los pimentoneros que, a medida que avanzaba el encuentro, comenzó a ver de cerca la cara de Diego López. Aunque con escasa imaginación. Al Villarreal le apareció al final y se llevó tres puntos.