Desarticulada una banda de 'narcos' acusados de matar a un hombre

Una decena de detenidos y un crimen resuelto. Ése ha sido el resultado de una operación conjunta entre el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil, que ha permitido resolver el asesinato de un hombre de unos 35 años que fue hallado semienterrado en el paraje El Cebadero, cerca de la estación de tren de Ciempozuelos, el pasado 14 de septiembre.

El cuerpo estaba envuelto en una colcha blanca y presentaba evidencias de muerte violenta. Vestía una camisa a rayas y unos calzoncillos tipo bóxer de color negro. Llevaba una cadena de oro en el cuello. Al cadáver le faltaban ambas manos. Esto impedía que fuera identificado a través de las huellas digitales, en especial si había sido detenido con anterioridad en España. También presentaba la cabeza esqueletizada y parcialmente destruida. El fallecido medía 1,65 metros, de complexión atlética, y calzaba un número 42, según informó en octubre la Guardia Civil en un comunicado de prensa.

El grupo de Homicidios de la Guardia Civil inició las investigaciones y unos 15 días después pidió la colaboración ciudadana para intentar reconocer a la persona fallecida, que carecía de cualquier identificación. Sin embargo, las pesquisas fueron dando sus frutos gracias a las denuncias de personas desaparecidas.

Los trabajos de los guardias civiles se mezclaron con las investigaciones que estaba realizando sobre un grupo de narcotraficantes el Grupo de Crimen Organizado de la Comisaría General de la Policía Judicial, perteneciente al Cuerpo Nacional de Policía, según fuentes del caso.

Las vigilancias de los integrantes del grupo a lo largo de todo el territorio español dieron sus frutos a principios de esta semana, cuando los agentes arrestaron a los identificados. Ayer se encontraban en el complejo policial de Canillas (Hortaleza), a la espera de que terminaran los interrogatorios y pasaran a disposición judicial, según fuentes policiales.

Hasta anoche habían arrestado a una decena de personas, en su mayoría de nacionalidad suramericana, aunque también había de otras procedencias. La operación no estaba cerrada y los agentes no descartaban efectuar alguna detención más en los próximos días. Los investigadores estaban a la espera de completar los registros de los domicilios en los que se escondían los supuestos narcotraficantes. Fuentes del caso aseguraron ayer que había "pruebas suficientes" para imputarles el crimen de Ciempozuelos.

Los primeros interrogatorios a la decena de detenidos arrojan que el crimen se produjo por un ajuste de cuentas por el impago de alguna droga o por haberse quedado con parte del estupefaciente, según fuentes policiales.