La Ertzaintza desactiva en Getxo una bomba lista para atentar

El artefacto explosivo neutralizado ayer por los artificieros de la Ertzaintza (policía vasca) en un camino vecinal en Getxo (Vizcaya) estaba listo para ser utilizado por los terroristas, a falta únicamente de colocar el detonador. Los casi 40 kilos de explosivo, posiblemente amonal, y el cordón detonante estaban en el interior de una barril metálico de cerveza cuya base había sido seccionada por los terroristas. La carga estaba "perfectamente direccionada", según confirmaron fuentes policiales vascas.

La Ertzaintza cree que lo que se produjo fue una "entrega fallida" a los integrantes del comando Vizcaya, que previsiblemente iban a confeccionar un coche bomba con ese material explosivo. El lugar donde los terroristas dejaron el barril con el explosivo es una zona poco transitada, situada en un camino vecinal en el barrio de Andra Mari de Getxo. De hecho, el vecino que alertó ayer por la mañana a la Policía Municipal de Getxo de que había un "objeto sospechoso" ya se había percatado de su existencia la víspera. El camino vecinal conocido como Estrada de Diliz está en una zona apartada, con iluminación artificial bastante pobre y salpicada de unos pocos caseríos y chalés. El barril bomba estaba dentro de una bolsa de plástico negra, según precisaron fuentes del departamento vasco

de Interior.

Los agentes municipales acudieron al lugar y, tras confirmar que podía tratarse de una bomba o de un depósito de explosivos, avisaron de inmediato a la policía vasca. Tras acordonar la zona, sobre las 12.30 los especialistas de la Unidad de Desactivación de Explosivos de la Ertzaintza iniciaron la inspección del objeto sospechoso.

Carga direccionada

Aún está muy reciente en la memoria de los agentes vascos la imagen de la bomba trampa colocada en una papelera junto a los juzgados de Getxo por los dos supuestos miembros liberados (a sueldo) del Vizcaya, Jurdan Martitegi Lizaso y Arkaitz Goikoetxea Basabe, con la que ambos terroristas planearon una matanza el pasado 11 de noviembre. Y los desactivadores nunca se la juegan. Tras comprobar que no era una bomba trampa y después de varias horas de trabajo, los artificieros lograron neutralizar el artefacto. El barril de cerveza estaba seccionado por la parte inferior y la carga explosiva direccionada a modo de cono para que la onda expansiva alcanzara de lleno al objetivo de los terroristas, según explicaron fuentes policiales. La bomba contenía entre 35 y 40 kilos de explosivo.

La Ertzaintza analizará el artefacto desactivado ayer para buscar alguna pista o huella que permita identificar a los terroristas que lo trasladaron hasta el municipio de Getxo. Hasta ayer, la policía no tenía constancia de movimientos de los integrantes de la "estructura" que la organización terrorista ETA mantiene en Vizcaya. Su último atentado fue la colocación de una bomba el pasado 24 de diciembre en la casa del pueblo del PSE-EE en Balmaseda. Desde entonces, sus integrantes no habían dado señales de vida.