Batalla judicial entre Fontenla y sus hermanos por la constructora familiar

El presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), Antonio Fontenla, y sus cuatro hermanos, todos ellos accionistas de la empresa familiar Construcciones Fontenla, libran en los juzgados sus diferencias con respecto a la gestión de la compañía y la valoración de las participaciones que cada uno tiene en su capital. El enfrentamiento les ha llevado a la interposición de al menos sendas querellas en las que se imputan delitos societarios relacionados con administración desleal de la empresa y adopción de acuerdos lesivos para sus intereses.

La actividad de la firma está sometida a una cascada de impugnaciones

Las disputas familiares en el seno de la empresa, larvadas durante años, culminaron en la segunda mitad de 2004 con el cese de Antonio Fontenla de todos sus puestos ejecutivos, acordado en el consejo de administración de la compañía, según aclaran fuentes de la constructora. Su hermano Manuel pasó entonces a ocupar la presidencia y José Luis, el puesto de consejero delegado. Para desligarse completamente del grupo, el siguiente paso acordado era la venta de la participación que el presidente de la CEG tenía en la constructora familiar, un paquete de algo más del 28% del capital, valorado entonces en unos seis millones de euros. Y aquí comenzaron los problemas.

"La operación no se llegó a materializar, hubo un preacuerdo para vender su parte en las empresas del grupo, incluso la de una de las filiales se llegó a cerrar, pero fue en la valoración de los principales activos en lo que no hubo acuerdo final entre los hermanos", explican las mismas fuentes. Desde el inicio de la interposición de las querellas por delitos societarios, los cuatro hermanos que controlan la mayoría en el capital de la empresa pusieron el asunto en manos del bufete de Antonio Platas, mientras que el presidente de la patronal contrató los servicios del penalista Gonzalo Rodríguez Mourullo. Requerido por este periódico para que ofreciese su opinión sobre el conflicto familiar, Fontenla rehusó hacer cualquier comentario.

En diciembre de 2005 fue Antonio Fontenla quien presentó una primera querella contra sus hermanos Maria Luisa, Felisa, Manuel y José Luis, y otros familiares, en el Juzgado de Primera Instancia número 2 de A Coruña. Los cambios en el consejo tras la ruptura familiar se habían producido meses antes, en abril. Desde que el conflicto llegó a los juzgados, se ha sucedido la impugnación de todo cuanto acuerdo ha tomado el consejo de administración de Construcciones Fontenla por parte del presidente de la patronal, incluida la aprobación de cuentas de los últimos años.

Según consta en el Registro Mercantil de A Coruña, y a pesar de la que compañía sigue con su actividad habitual, esta cascada de impugnaciones ha llevado a iniciar hace unas semanas un procedimiento de lo que se denomina "cierre de hoja registral" de la empresa al no haberse presentado las cuentas correspondientes a 2006, cuyo plazo legal de inscripción en el registro finalizó en junio del año pasado. También se han multiplicado los nombramientos de auditores en la compañía.

En julio de 2006 fueron los hermanos del presidente de la CEG quienes presentaron en el Juzgado de Instrucción número 4 de A Coruña otra querella por delitos societarios contra Antonio Fontenla; entre ellos, administración desleal y fraudulenta, aprovechamiento de acuerdos lesivos adoptados por mayorías ficticias e impedimento del ejercicio de diversos derechos. La querella fue archivada en un primer momento, sentencia recurrida por la familia ante la Audiencia Provincial, que dio la razón, de forma provisional, al querellado el pasado mes de noviembre. La familia del presidente de la patronal se reserva continuar con las acciones legales, "siempre en defensa de los intereses de Construcciones Fontenla, y no por temas personales".

Al margen de las relaciones accionariales, las diferencias entre los hermanos se hicieron patentes el año pasado en las juntas de compensación en las que estuvo presente parte de la familia como propietarios de suelo por urbanizar en las afueras de A Coruña. En esas reuniones, según diversas fuentes, se explicitaron las diferencias de criterio "de forma más que ostensible".

En esas juntas, cuando el suelo ya se ha convertido en urbanizable, y para evitar que cada uno de los propietarios haga su propia promoción, se suele aprobar un plan de compensación por el cual se ceden terrenos y a cambio se les concede proporcionalmente una serie de metros cuadrados edificables para llevar a cabo distintas promociones de viviendas. Aquí también hubo divergencias.

Desde su salida de la empresa, Antonio Fontenla ha procedido junto a sus hijos a desarrollar proyectos inmobiliarios en A Coruña. También, a través de su grupo de empresas, se ha volcado en los negocios energéticos, entre los que destacan las concesiones de minicentrales hidráulicas y parques eólicos.