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Columna
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¡Delinca en España!

Jesús Ruiz Mantilla

Entre las patochadas y las barbaridades que nos esperan de aquí al 9 de marzo, entre el filo de los cuchillos y las navajas albaceteñas, siempre habrá momentos culmines a destacar. De entre todo el ruedo Ibérico, sería injusto no agradecer a Esperanza Aguirre y a Gallardón su sentido del espectáculo. Se llevan la palma.

Han demostrado ser, por derecho, nuestros clásicos aprendices de McBeth pasados por La verbena de la Paloma. Aunque con la última jugada, más bien atropello de nuestra querida presidenta, esta alma cándida se ha rebelado más cerca de Ángela Channing que de Teresa de Calcuta.

Pues eso, que esto se parece más a Falcon Crest que a esa España decente que predican los obispos en la calle. Rouco debería mostrarse más inquieto acerca de la salvación de su amiga Espe, tan devota ella, que de las abortistas y los homosexuales, por poner dos ejemplos de candidatos a la hoguera. Si los pecados de estos colectivos le escandalizan y le ponen los pelos de punta, aparte de otras cosas, me juego un cocido a que no deben conducir tanto al infierno como la sibilina baba que segrega esta criatura.

Aguirre vuelve a equiparar delincuencia e inmigración sin datos, sin análisis, porque sí, porque vale todo
Esto se parece más a 'Falcon Crest' que a esa España decente que predican los obispos

Por ahí anda en cambio, como alma en pena, el destronado Gallardón. Con sus fieles recordando aquel pasaje del Poema de Mio Cid, cuando en pleno destierro, le dicen aquello de: "Qué buen vasallo si tuviera buen señor".

Y la otra, mientras, campando a sus anchas. Cebando el cadáver del pobre Mariano para comérselo el 10 de marzo al tiempo que dan muestras uno y otro, verdugo y ajusticiado, que su Madrid, se la refanfinfla. Donde esté un buen escaño en el Congreso, que se quiten alcaldías, autonomías y sentido del ridículo.

Se está gustando Esperanza. En el colmo de la brujería churrigueresca que destila, promete volver a besar al alcalde mientras corta las cintas de los hospitales que ha construido con dinero público para luego entregárselos a la gestión privada. No se espanten, ya lo ha hecho con los teatros. Así yo también me vuelvo neocon. Está chupao. Invierte tú, que lo gano yo. Un chollo.

Para el reparto del poder, lo mismo. Un ejemplo: gana tú, Alberto, la alcaldía de Madrid que luego te hago que te cojas un rebote del quince y se la pasamos a Ana Botella. ¡Mira qué bien! ¡Ya estamos todos!

Aunque hay otras cosas que deben preocuparnos tanto o más. Puestos a crear eslóganes, hay que reconocer que en uno de los de esta semana se le ha ido la olla a la presidenta. Confieso que aquellas declaraciones en las que dijo que la gente de baja estofa viene a España porque aquí delinquir es más barato, me han escandalizado hasta a mí, que de ella ya me lo espero todo.

Cualquier día vemos a sus asesores montando una campaña como la del método M del metro -muy buena, por cierto- pero dirigida a chorimanguis de todo el mundo. Ahora que se acerca Fitur, corremos el riesgo de que se animen.

No me extrañaría que estuviesen ya en el ajo con ideas como éstas. La primera es de cajón: "Delinca en España: es más barato, si se da maña". Por supuesto algo que se centre en la capital: "Para sobornos y trueques, en Madrid, el mejor guateque". Hasta les puede dar por recurrir a zonas más delimitadas con el apoyo de ayuntamientos: "Atraque en Algete... Le regalamos, ¡un polvote!". O: "Especule en San Chinarro... y saldrá de su empresa como...". Ay no, ésta no, que rima con Pizarro. Y están tan entregados al candidato que seguro que no se les pasa por la cabeza.

Pero me extraña que caigan en esos detalles, porque la consideración es una virtud que no abunda en sus filas.

Es justo lo que le ha faltado a Aguirre al volver a equiparar una vez más delincuencia con emigración. Sin datos, sin análisis, por capricho. Porque sí, porque vale todo.

Pero tranquilos, no se le caerá la cara de vergüenza. Ella va a lo suyo. Con el siguiente eslogan que, seguro, ya se le ha ocurrido a su peña y ya lo han deducido ustedes: "Esperanza pone la proa... ¡A Moncloa!".

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Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.

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