El anticlericalismo de Brossa desembarca en el TNC

La dimensión de Joan Brossa (1919-1998) como autor teatral es tan prolífica como escasa su presencia en los escenarios. Este año, cuando se cumple el décimo aniversario de su muerte, varios teatros barceloneses paliarán un poco esta desproporción con el estreno de algunas de sus obras. Abrió el fuego la sala que lleva su nombre con Estació Calinòpia y La sorra i l'acadèmia. El Teatre Nacional de Catalunya hará su aportación con El dia del profeta, una obra de marcado anticlericalismo dirigida por Rosa Novell que se representará en la Sala Petita entre el 31 de enero y el 9 de marzo. En mayo, en el Teatre Lliure, Carles Santos pondrá en diálogo su concepto de vanguardia con el Brossa de 53 maneres diferents de matar un capellà.

"El dia del profeta' es una obra tierna y revolucionaria", dice Rosa Novell

Rosa Novell conoció al Brossa teatral a mediados de los años setenta del pasado siglo cuando actuó en Quiriquibú, a las órdenes de Fabià Puigserver, en el que sería su primer espectáculo teatral. Más adelante dirigiría otro de sus textos, Olga sola. "El dia del profeta me atrae entre otras cosas porque se aleja del Brossa más críptico", señala Novell. Además, la considera "especialmente fascinante" porque muestra al Brossa "comprometido política y cívicamente con su país y con su tiempo, con su lengua y con la libertad".

De forma sutil y metafórica, para poder esquivar la censura, en esta pieza escrita en 1961 el autor habla de la necesidad de encontrar una luz para salir de la oscuridad propiciada por la dictadura. Sus críticas se dirigen a cualquier forma de autoritarismo. Pero en especial a la Iglesia como instrumento de poder. Novell ha ahondado en este posicionamiento anticlerical para utilizarlo como hilo conductor entre los distintos actos, aparentemente independientes, que conforman la obra.

Rosa Renom, Manel Dueso, Isaac Alcayde y Mònica Glaenzel encabezan el reparto de la pieza, que a Novell le satisface haber podido montar a lo grande. "Es un espectáculo de gran formato", indica la actriz, convencida de que "a Brossa se le puede montar con cartón, material del que estaba hecha la escenografía de Olga sola, pero también se debe hacer con terciopelo y dorados". Un lujo que ha podido permitirse en esta producción en la que se incorporan ingredientes vinculados a las llamadas artes parateatrales, especialmente queridas por Brossa. El fregolismo (todos los actores interpretan varios personajes, y los cambios de vestuario se producen en escena), las variedades, la zarzuela y el cine se cuelan de un modo u otro en el espectáculo. Novell lo define como "una obra política, revolucionaria, divertida, tierna y muy teatral".