De cárcel sombría a hotel de lujo
El espacio en el que hace años estaban encarcelados los delincuentes y malhechores de la ciudad se ha convertido en uno de los hoteles más lujosos de Boston (Estados Unidos). Tras cinco años de intensa remodelación, la vieja prisión de la calle Charles se ha transformado en el flamante Liberty Hotel, una opción céntrica y cargada de historia para alojarse en la capital de Massachusetts.
Construida en 1851 por el arquitecto Gridley James Fox Bryant con la colaboración del reverendo Louis Dwight, un criminalista educado en Yale y conocido por su visión reformadora y humanitaria de las prisiones, la cárcel se convirtió en un modelo para construir este tipo de edificios en su época. Pero lo que empezó como un ejemplo a seguir fue degenerando y terminó como una cárcel sucia, abandonada y con más presos de los convenientes. A pesar de que un juez ordenó su cierre en 1973, la prisión siguió funcionando hasta que se construyó una nueva en 1990.
Liberty Hotel
215 Charles Street.
Boston, Massachusetts (EE UU).
www.libertyhotel.com.
Teléfono: 001 617 224 40 00.
Precio: la doble, 130 euros.
Durante los cinco años que ha durado la remodelación se ha restaurado impecablemente el exterior de granito y se ha añadido una torre de 16 pisos en los que se ubican la mayoría de las 300 habitaciones del hotel.
El edificio original tiene forma de cruz y en él se encuentran la recepción, el lobby, un bar y restaurante, salas para reuniones y unas veinte habitaciones. La zona del vestíbulo es la más espectacular (tiene una altura de casi 30 metros y es donde hacían gimnasia los reclusos) y mantiene una bóveda de madera original.
La renovación, que se ha hecho bajo la supervisión de la Comisión Histórica de Massachusetts, al tratarse de un edificio considerado de patrimonio histórico, ha querido dejar al descubierto alguno de los elementos de la vieja cárcel, como las ventanas con barrotes, pasadizos elevados desde los que se vigilaba a los presos y las puertas originales de las celdas.
El Liberty Hotel está situado al lado del Massachusetts General Hospital, en el histórico barrio de Beacon Hill, una base ideal para explorar la ciudad. En el mismo hotel hay un restaurante, Clink, y un bar, Alibi (que significa coartada en español), que ya se han convertido en lo más in de la ciudad. Y en marzo abrirá otro restaurante italiano.
Los responsables del hotel están pensando ofrecer un novedoso servicio a sus huéspedes, y en especial dirigido al turista europeo que aprovecha la bonanza del euro frente al dólar para comprar mientras está en Estados Unidos. Dentro de poco será posible facturar las maletas directamente en el hotel, y si el cliente en cuestión ha comprado mucho y la aerolínea le hace pagar sobrepeso, el Liberty Hotel se hará cargo de él. La coartada perfecta para comprar más.
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