La alarma social acentúa la persecución de los jóvenes conductores temerarios
200 conductores temerarios integran en Vigo la tribu de los 'Makelele' y 'Coletas'
El trágico accidente en que perdió la vida un matrimonio, el pasado día 12 en una calle viguesa, por el pique de dos jóvenes conductores que conducían temerariamente, Makelele y Coletas, de 21 y 20 años respectivamente, ha desatado la alarma social sobre las conductas del sector juvenil al que pertenecen los implicados y que, siendo minoritario, se ha configurado como una suerte de tribu, integrada en Vigo por 200 fanáticos de la velocidad.
La conducción temeraria, que hasta diciembre sólo era una falta administrativa, ha pasado a ser considerada delito, lo que conlleva sanciones más enérgicas contra quienes la practiquen. Además, a partir de ahora las fiscalías de Tráfico retirarán de Internet las grabaciones con las exhibiciones y alardes de estos conductores temerarios, que han encontrado en la Red una plataforma de propaganda y autocomplacencia.
Internet está resultando también una herramienta novedosa que permite a los jóvenes de esa tribu abastecerse de vehículos de gran cilindrada a bajo precio (4.000 euros es su cifra de referencia), así como de chips y otros complementos con los que consiguen aumentar la propulsión y velocidad de sus maquinillos, o de seguros que casi nunca pagan.
Los expertos coinciden en señalar que el fenómeno sólo puede atacarse desde el doble frente de la educación -uno de los rasgos que identifican a la tribu es el común fracaso escolar de sus miembros- y contundencia represiva. Makelele y Coletas, que están en prisión provisional, podrían ser condenados a 15 años de cárcel. Mientras, los vecinos protestan airadamente contra unas carreras ilegales cuya existencia desmienten la Policía Local y los expertos. Con todo, el ruido de la tribu de la velocidad ha llegado ya en Galicia a todas partes.
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