_
_
_
_
Crónica:Octavos de final de la Copa del Rey
Crónica
Texto informativo con interpretación

Hernández desarma al Levante

El extremo lidera la goleada del Getafe ante un rival corajudo en el que destacó Iborra

Pudieron ser gemelos y acabaron siendo polos opuestos. El Getafe y el Levante comparten presupuesto modesto, entorno con rivales poderosos, futbolistas sin sitio en las galas de premios y un historial a la búsqueda de grandes hazañas. Los dos equipos, sin embargo, han solucionado el mismo problema de forma radicalmente opuesta. El Getafe, encomendándose a un grupo de jugadores distinguidos por el buen gusto y la búsqueda del espacio. El Levante, con nada: vive asediado por los problemas deportivos y económicos, y sólo el pulso orgulloso de los futbolistas que aún no han abandonado el equipo a cambio de perdonar el sueldo impidió ayer un naufragio humillante. El Getafe ganó con poco. El Levante, corajudo, perdió con menos.

GETAFE 3 - LEVANTE 0

Getafe: Ustari; Contra, Cata Díaz, Tena, Licht (Mario, m. 64); Pablo Hernández, De la Red, Casquero, Granero (Cotelo, m. 74); Braulio (Kepa, m. 57)y Albín. No utilizados: Abondanzieri; y Pallardó.

Levante: Kujovic; Descarga, Álvaro, Serrano, Rubiales; Berson (Tommasi, m. 62), Miguel Ángel; Iborra, Saúl, Courtois (Plá, m. 70); y Geijo (León, m. 61). No utilizados: Tejer; y Armando.

Goles. 1-0. M. 35. Albín saca una falta al centro del área y Kujovic no reacciona. 2-0. M. 73. Casquero, de zurdazo desde el área pequeña. M. 77. Pablo, desde fuera del áera.

Árbitro: Paradas Romero. Amonestó a Álvaro y Miguel Ángel.

Unos 4.000 espectadores en el Coliseum Alfonso Pérez.

El grupo de De Blasi está falto de todo y sobrado de nada. El desorden nace en Kujovic, que tiembla ahora que Storari ha hecho las maletas, y acaba en Geijo, un delantero que juega mirando al suelo. Si acaso, el Levante tuvo una mano de su defensa Serrano en el área y a Iborra, un chico como una montaña, impresionante en la fotografía, impactante a la carga y frágil al remate. El canterano, el único jugador del Levante con peso en el partido, apareció tres veces en el área del Getafe; las tres incorporándose por sorpresa y con malas intenciones; y, como se quedó a un centímetro del gol, dinamitó el voluntarioso arranque de su equipo.

El Getafe, claro, agradeció el gesto. Los de Laudrup lo dejaron todo en manos del toque de corneta de Albín y de los chispazos de Pablo Hernández, un extremo que encarna la filosofía que mantiene al club en Primera: está cedido por el Valencia, es habilidoso, joven y busca sitio entre los grandes desde la rampa del equipo azulón.

Hernández empezó el partido cogiéndole el dorsal al lateral de su banda, dispuesto a dejar su sello. Desapareció cuando el juego de los suyos perdió claridad y ganó en músculo. Esperó pegado a la banda derecha. Y un duro disparo suyo desde fuera del área sirvió para premiar el arreón del Getafe en la segunda parte. Fue un tanto como un mazazo: probablemente ha dejado cerrada la eliminatoria.

Hasta que el extremo confirmó su arranque, el Getafe jugó sin corazón. Casi todo lo que ocurre en el equipo pasa por Granero, el pirata que pilota la segunda velocidad de un equipo que de medio campo para delante juega a toda mecha. Todo lo que llega hasta Granero depende de Casquero y De la Red. Y lo que hace De la Red, de que encuentre el equilibrio entre su mejor versión, la del medio centro de quite y toque corto, y sus aires de mariscal de campo. Como los dos canteranos madridistas jugaron desconectados, la despoblada grada del Alfonso Pérez tuvo poco que celebrar durante gran parte del partido. Entonces apareció Pablo Hernández. Y el Getafe, subcampeón de Copa, abrió la puerta de los cuartos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_