Cien años de música en el Palau

Es la única sala de conciertos del mundo Patrimonio de la Humanidad que 100 años después de su inauguración sigue ejerciendo como auditorio. El Palau de la Música Catalana, una de la joyas modernistas de Barcelona, se dispone a festejar hasta marzo de 2009 su primer siglo de existencia -se inauguró el 9 de febrero de 1908- y lo hace con la música -todo tipo de músicas- como bandera de un programa de actos que incluye conciertos, exposiciones y un simposio de arquitectura musical. Esta celebración empieza tras una larga y minuciosa restauración del edificio que ha permitido recuperar para este centenario una serie de elementos arquitectónicos y decorativos originales suprimidos o alterados en el transcurso de los años.

La fachada histórica del Palau ha rescatado los pebeteros que se alzaban en la barandilla de la azotea del edificio histórico, así como la torre con ventanas que coronaba la confluencia de las fachadas en la que se levanta la escultura alegórica a la canción popular catalana obra de Miquel Blay. Esta confluencia de fachadas, sin apenas perspectiva por la estrechez de las calles donde se alza el auditorio modernista, adquirirá en los próximos años una nueva dimensión con la apertura de una plaza en la esquina de enfrente tras la adquisición por parte dela Fundación del Palau de la Música de parte del edificio de la escuela que se levanta en la calle de Amadeo Vives. A finales de 2008 se iniciarán las obras para crear la plaza y construir también un hotel en el solar, según anunció ayer Fèlix Millet, presidente del Orfeó Català, de la fundación del Palau y director ejecutivo del consorcio público que gestiona la sala de conciertos.

Propiedad del Orfeó Català, el Palau de la Música goza, pese a ser de titularidad privada, del apoyo de todas las administraciones, que contribuyen con casi tres millones de euros -el Ministerio de Cultura, dos millones; la Generalitat, 700.000 euros; el Ayuntamiento de Barcelona, 250.000; y la Diputación, 100.000- al presupuesto del centenario, que asciende a seis millones, en parte destinados a la restauración del edificio.

La financiación de la construcción de la sala de conciertos entre 1905 y 1908 mediante una suscripción popular entre los 1.358 socios con que contaba la entidad, sin conceder títulos individuales de propiedad, ha contribuido a conferir un carácter público al auditorio modernista. En el caso de la desaparición del Orfeó Català, la titularidad del Palau de la Música, al menos de la parte histórica del edificio, revertiría en la ciudad de Barcelona.

Los actos de celebración empezarán el próximo 7 de febrero con un concierto dedicado a los socios del Orfeó Català y el 9 del mismo mes, coincidiendo con la fecha de la inauguración hace 100 años, el auditorio modernista celebrará una jornada de puertas abiertas, una fiesta popular dirigida por Comediants y una serie de conciertos durante todo el día. A partir de esa fecha y hasta el 9 de marzo de 2009 se sucederán por el escenario del Palau la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya, la Sinfónica de Bilbao, la Orquesta de la Comunidad de Madrid, la Real Filharmonía de Galicia, Raimon, Joan Manuel Serrat, Bobby MacFerrin, Pat Metheny, Enrique Morente y Ravi Shankar.

Incluso el Festival Sónar se ha sumado los festejos llevando el concierto inaugural de su edición de 2008 al auditorio modernista.