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Reportaje:

Espiar con rigor académico

El Instituto Andaluz de Criminología crea un título para detectives privados

Javier es detective privado. Uno de la quincena que opera en Málaga y de los "dos mil y pico", afirma, con licencia en España. Javier tiene 50 años y lleva más de 20 en el oficio. Dos décadas en las que asegura haber visto "de todo" y haber realizado trabajos como seguir a esposas o maridos presuntamente adúlteros, investigar a personas implicadas en tramas financieras o de corrupción urbanística e incluso infiltrarse en asuntos de trata de blancas, tráfico de drogas o delitos contra los menores. Casos que le han llevado a mezclarse con delincuentes, correr bastantes peligros y, sobre todo, "echar muchas, muchas horas de guardia", dice.

A Javier le han amenazado y hace poco, incluso le han tiroteado su vivienda. "Fue a media noche, pero no me puedo quejar porque no hace mucho mataron a un compañero y a otro lo dejaron tuerto. Como frustras muchos planes no muy limpios, pues van a por ti", añade con media sonrisa. Ahora que afirma "tener la vida resuelta", porque los trabajos "se cobran bien", Javier ha decidido dedicar su tiempo libre para que las futuras generaciones de detectives privados se formen y aprendan de sus 20 años "de calle". Javier es uno de los profesores del título de Experto Universitario en Detective Privado que este año oferta la Universidad de Málaga a través del Instituto Andaluz de Criminología.

La subdirectora del título, Anabel Cerezo, explica que "los estudiantes nos decían que podía ser positivo acceder a la formación y experiencia que pueden aportar expertos en la investigación privada y en sus técnicas, como Javier", apunta Cerezo. El título consta de tres años. Los dos primeros son troncales con Criminología y el último, de especialización en Detective Privado. Un total de 180 créditos, tal y como exigía el Ministerio de Educación y la Secretaría de Estado de Interior para su homologación.

Cambios en la profesión

"Esta profesión a cambiado mucho. Antes, pese a tener que ejercer con una licencia del Ministerio de Interior, muchos montaban su agencia sin los conocimientos necesarios y denigraban la profesión", explica Cerezo. Hasta el momento, unas 15 personas se han interesado por cursar el título, que se imparte en otros sitios, "pero sin las garantías que aquí en Málaga da el que se curse en el Instituto de Criminología", aclara Cerezo. Uno de estos futuros detectives privados es Juan Carlos López Carrascosa, de 44 años y que ejerce de Policía Local en Fuengirola. Es licenciado en Derecho y está a punto de acabar sus estudios de Criminología y un doctorado. "Hoy día el campo de la seguridad se está convirtiendo en una mercancía más dada la complejidad social", resalta.

"Ya apenas actuamos como huelebraguetas, porque para divorciarse no hace falta alegar nada, pero sí ha incrementado los padres que nos llaman para vigilar a sus hijos o investigar fraudes en procesos de escolarización", añade Javier.

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