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La Guardia Civil sigue sin pistas sobre la menor desaparecida

Los investigadores preparan una gran batida por la zona el miércoles

Juana Viúdez

El radio de búsqueda de la menor irlandesa desaparecida en Mijas (Málaga) el día de Año Nuevo se van ampliando conforme pasa el tiempo. Después de seis días sin noticias de Amy Fitzpatrick, de 15 años, la Guardia Civil ha extendido hasta ocho kilómetros la zona de rastreo y ha organizado para el miércoles una gran batida con voluntarios, funcionarios de Policía Local y Protección Civil.

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El dispositivo arrancará a las 09.00 del campo de fútbol de la Cala de Mijas, dónde reside la familia Fitzpatrick y dónde la joven fue vista por última vez. Los agentes volvieron a peinar ayer la zona, repleta de complejos residenciales aislados, sin resultado. La búsqueda se ha abierto de la urbanizaciones Riviera del Sol y Calypso, situadas entre la N-340 y la autopista de peaje la Costa del Sol, a los montes de Mijas. Durante los rastreos, los investigadores han hallado varias prendas de ropa que no pertenecen a la chica, según fuentes cercanas al caso; aunque también se han encontrado diversos objetos que están siendo analizados. Cualquier información sobre su posible paradero puede aportarse en los teléfonos 062, 112 o 636 07 96 19.

"Le ha pasado algo malo"

Amy Fitzpatrick desapareció el 1 de enero a las 22.00. Dejó la casa de su amiga Ashley Rubio, en la urbanización Calypso, para ir a su domicilio, a unos 1,5 kilómetros. En el camino, que tomaba con asiduidad, hay un atajo de tierra sin iluminación. Ashley, la amiga de Amy, mantuvo ayer que la joven le dijo en varias ocasiones que alguien le había invitado a subirse a su coche durante el trayecto. "Yo creo que le ha pasado algo malo", declaró la menor a Efe.

Las dos amigas pasaron Nochevieja y Año Nuevo juntas. La noche del 31 hicieron de canguro, pero también salieron por una zona de bares cercana. Llegaron a las 03.00 a la casa de Ashley, conversaron un rato, y se fueron a la cama. El día 1 fueron a Fuengirola porque creían que habían comenzado las rebajas y volvieron a casa para almorzar. Por la tarde fueron a la zona de ocio de El Zoco y regresaron a las 21.45. Cuando salió vestía un pantalón y unas botas de pelo que le había prestado su amiga y una bolsa de color rojo. No llevaba ni el pasaporte ni su móvil, pero sí una pequeña cantidad de dinero.

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Amy mide 1,65 metros, es muy delgada y tiene el cabello moreno. Vive en la Costa del Sol desde hace cinco años con su madre, su padrastro y su hermano mayor, de 17 años. Está matriculada en un instituto de la zona y sus amigos son ingleses y escoceses. Desde que la madre denunció su desaparición, el día 3, los investigadores han estudiado el entorno de la menor sin encontrar indicios de que planeara una fuga. Tampoco sospechan que tuviera algún problema sentimental.

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Sobre la firma

Juana Viúdez
Es redactora de la sección de España, donde realiza labores de redacción y edición. Ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria profesional en EL PAÍS. Antes trabajó en el diario Málaga Hoy y en Cadena Ser. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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