Ningún favorito entre los aspirantes republicanos

Si en el campo demócrata Hillary Clinton fue el centro de todos los ataques, en las filas republicanas lo fue Mitt Romney por sus dos más cercanos rivales en New Hampshire: John McCain, que lidera las encuestas en este Estado y Mike Huckabee, quien le derrotó abrumadoramente en Iowa. Cuando la candidatura republicana a la Casa Blanca sigue sin claro ganador, tanto el pastor evangelista que es Huckabee como el senador por Arizona McCain acorralaron al mormón Romney en temas como inmigración y política exterior.

Llegó Romney al escenario del debate republicano ofrecido por la cadena ABC con su primera victoria bajo el brazo tras triunfar en los caucuses de Wyoming. Eso sí, el hombre que aspira a convertirse en el primer presidente mormón de EE UU declaró optimista que ése era "sólo el principio".

Tanto Huckabee como McCain criticaron a Romney por cambiar su posición sobre temas tan polémicos como el aborto, el control de armas y los derechos de los homosexuales, sobre los que el ex gobernador de Massachusetts ha tenido posiciones distintas en el pasado que ahora trata de maquillar. Quizás por eso, en sus actos públicos del sábado en New Hampshire, evitó referirse a ellos. Lo que no fue impedimento para que sus rivales se lo recordaran. Así, con una buena dosis de ironía, McCain le dijo sonriendo: "Sin duda usted sí que es el candidato del cambio". También intervino Huckabee, quien ha confesado que se sentiría más que satisfecho si se fuera de New Hampshire con un tercer puesto, cuando al decírsele que no criticara la posición de Romney sobre la guerra en Irak preguntó: "¿Cuál de ellas?".

En búsqueda de una salida, Romney intentó dibujar a McCain como un elemento más de la maquinaria política que es Washington en una época en la que la gente quiere cambios.