La inflación en la zona euro acaba 2007 en el 3,1%, la mayor subida en seis años
El diferencial con España se amplía a 1,2 puntos porcentuales en diciembre
La subida del petróleo y de los alimentos elaborados también pasa factura a la zona euro. Pero a diferencia de lo que ha ocurrido en la economía española, la escalada de la inflación se dio un respiro en diciembre. Según el indicador adelantado que publicó ayer Eurostat, la zona euro cerró el año con una subida de precios del 3,1% respecto a diciembre de 2006, el mismo nivel que ya registraba en noviembre. Ese 3,1% es el mayor incremento anual desde mayo de 2001.
La diferente evolución de los precios en el último mes del año hace que el diferencial de inflación entre España (que aumentó del 4,1% al 4,3% entre noviembre y diciembre) y la zona euro se amplíe a 1,2 puntos porcentuales. Es la mayor brecha en el último año y medio, aunque es una magnitud muy similar a la que ha sido habitual desde que España entró en la Unión Monetaria y Económica.
Los datos de España y de la zona euro tendrán que ser confirmados aún por el dato oficial, dentro de dos semanas, pero Eurostat recordó ayer que estos indicadores adelantados aciertan casi siempre y, cuando no es así, la diferencia con la cifra definitiva no pasa de una décima.
El alto nivel de precios de estos meses y la previsión de que la situación no cambiará de forma notable al menos hasta la primavera dificultan la decisión del Banco Central Europeo sobre los tipos de interés, ahora anclados en el 4%. La desaceleración económica y los problemas para encontrar financiación en los mercados internacionales por la crisis hipotecaria alientan un recorte de tipos, pero la amenaza de que la inflación siga alta a medio plazo empuja en dirección contraria.
La inflación media de los 12 meses de 2007 en la zona euro se queda en el 2,1%, beneficiada por el buen comportamiento del precio del petróleo en la primera mitad del año. Es una cifra muy similar a la que se ha registrado toda esta década y se queda a sólo una décima del objetivo establecido por el Banco Central Europeo.
La principal preocupación de Bruselas es que el nivel de precios siga por encima de los 90 dólares por barril mucho más tiempo. Esta semana, el portavoz de Joaquín Almunia, comisario europeo de Economía, indicó que si el precio del crudo se sitúa más allá de los 100 dólares de forma permanente, "tendrá un impacto en la economía europea".
Bruselas aún mantiene que la economía europea crecerá al 2,2% el próximo año, pese a que el comisario de Economía reconoció en su comparecencia de noviembre que los precios del petróleo y el tipo de cambio del euro estaban ya desfasados cuando se realizaron estos cálculos. La crisis financiera ha llevado a la Comisión a revisar varias veces sus previsiones para 2008, que partía de un dato inicial de crecimiento del 2,8% para la zona euro.
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