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El amante de Egipto y de Opisso

El empresario Joan Clos expone su colección de obras del artista catalán

Agudo observador e irónico ilustrador de la vida de su tiempo, Ricard Opisso (Tarragona, 1880- Barcelona, 1966) nunca tuvo el reconocimiento institucional que se merece. Así lo considera el presidente de la cadena Derby Hotels, Jordi Clos, conocido por su afición al arte y sus colecciones, quien acaba de inaugurar una exposición permanente de 110 obras del artista catalán en el hotel Astoria (calle de París, 205) de Barcelona.

"A veces pienso que me hice hotelero para poder exponer mis colecciones. Mantener las obras en los almacenes es un atentado cultural", bromeó Clos, quien -antes de inaugurar el Museo Egipcio de Barcelona- empezó exhibiendo su colección de arqueología egipcia en el hotel Claris.

Toulouse-Lautrec protagoniza diversas obras: solo, con su madre, con el sobrino del doctor Tapié o con su padre montado en un burro, en una de las irónicas escenas características de Opisso. No es el único personaje célebre retratado: están "el pintor Mir con el bohemio Planella"; Isidre Nonell y Tristan Bernard inmortalizados a carboncillo a finales del siglo XIX; Ramon Casas con su perra Corina y Picasso, muy joven, solo y con Pere Romeu. "Hay obras de todas las épocas y todas las técnicas: óleo, dibujo, carboncillo, acuarela...", destacó el coleccionista, quien adquirió el primer dibujo de Opisso, de un marchante del Paralelo, cuando tenía 17 años de edad.

Entre sus preferidas están las obras de temática deportiva, dedicadas al Erbek, nombre en clave del Barça, y las escenas de multitudes de corte costumbrista, como una vista de la Barceloneta o del hipódromo, que adquirió de la Fundación Estrada. Son numerosas las obras satíricas, que revelan la faceta de Opisso como dibujante de viñetas e historietas en publicaciones como el TBO, cuyos ejemplares originales se muestran en una vitrina.

La admiración del dibujante por Toulouse-Lautrec y el grupo de artistas vinculados a Els Quatre Gats, le llevó hacia obras de corte erótico, que pintaba a escondidas de Gaudí, en cuyo taller empezó su trayectoria. "Hay escenas inocentes que detrás ocultan dibujos subidos de tono. También tenemos unos ejemplares muy raros de desnudos y piezas eróticas que firmaba con el seudónimo de Bigre", explicó Clos, quien adquirió las obras en subastas, galerías y colecciones privadas, como la de la familia Garí, quien le vendió siete de las más relevantes. "Ya que Opisso fue un artista muy copiado, diversas piezas están autentificadas por su hijo Alfredo", indicó el empresario. La colección estará abierta a todos los clientes del hotel, así como del bar y del restaurante, donde se exhibe la colección de carteles modernista. Para el público en general se organizarán visitas guiadas el primer domingo de cada mes.

Clos ha diseminado sus colecciones por todos los hoteles del grupo. El hotel Bagués, que se inaugurará próximamente en la antigua relojería El Regulador de La Rambla barcelonesa, incluirá en cada habitación una pieza original del orfebre modernista Lluís Masriera.

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