Born

- La mochila del Born está lista para acoger las instalaciones y la logística que alimentarán el futuro parque de historia de la ciudad bajo la cubierta del mercado. Por mochila se entiende el edificio de la calle Comercial, donde se ubicará la zona de acogida y los despachos del centro. Los arcos de Fontserè, calcados de la Rue Rivoli de París, han sido repuestos en la fachada. Desde el paseo de Picasso, allí donde al parque de la Ciutadella le da por disfrazarse de jardín de las Tullerías, se aprecia la parte trasera del inmueble, donde dominan el acero y el vidrio, que dan la sensación de tecnología compleja. Se está haciendo bien la recuperación de la calle Comercial y seguramente la clave está en otra casa unos metros más abajo que anuncia "obra nueva, pisos en venta". Los compañeros del suplemento Propiedades informan puntualmente de los precios a los que se están vendiendo. Por el lado del mercado, las últimas novedades son de hace un año, lo que no invita precisamente al entusiasmo (nos ha tocado en suerte un área municipal de Cultura tan silenciosa que no sería de extrañar que ya hubiera desaparecido): la reforma de los arquitectos Cáceres y Soria debería quedar lista en diciembre de 2009. Ya queda un año menos.

- Lo que fue la Sala Metrònom, en la calle de la Fusina con Comercial, se ha convertido toda ella en una obra conceptual como las que alojó durante años. Bajo el antiguo rótulo, un letrero anuncia: "Local singular en alquiler-1.000 metros cuadrados". Nuevamente remitimos al suplemento Propiedades para informaciones más detalladas. Pero la metáfora hiela. A este barrio le sentaba bien que un coleccionista como Rafael Tous expusiera a, pongamos, Carlos Pazos.

Alguien había de hacerse cargo del asunto en la ciudad. Pues bien, que todo eso haya acabado en un "local singular" es una dolorosa metáfora del diálogo fallido entre el coleccionista y la Administración. El mecenazgo está por resolver en este país, me lo confirma un artista y buen amigo que vive en las inmediaciones del Born.

- En el otro extremo de Comercial va afianzándose un cluster de la ropa de marca. Frente a la tienda Lobby, ha abierto ahora Adolfo Domínguez, y para fecha próxima se espera el desembarco de Hugo Boss. Es decir, zona para gente de posibles. Si la recuperación arquitectónica parece ir bien encaminada, la sensación general que produce el barrio es de cierta desorientación entre la reconversión en zona de alto standing y el golferío de las noches de fin de semana. Seguramente lo que falla es el relato cultural de un barrio en transformación como éste. Itziar González, concejal del distrito, lo podría formular muy bien; mientras, el área de Cultura sigue sesteando.