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Benedetta Tagliabue rehabilitará Can Ricart como Casa de las Lenguas

El proyecto prevé situar la entrada principal del recinto en la calle de Bolívia

Ha sido el caballo de batalla de los vecinos del barrio y, tal vez por eso, ha tardado mucho en saberse cómo será la rehabilitación de Can Ricart. De una parte, al menos. De lo que quedará en pie de este histórico recinto fabril del Poblenou. El equipo de arquitectura EMBT, que dirige Benedetta Tagliabue, ganó el pasado verano el concurso para rehabilitar parte de las naves, las más históricas, y transformarlas en la sede de la Casa de las Lenguas, entidad que impulsa la Generalitat para promover la diversidad de las lenguas del mundo y que es, de hecho, uno de los escasos legados del Fórum 2004. Linguamón-Casa de las Lenguas (www.linguamon.cat) ha empezado ya sus actividades expositivas y académicas, pero deberá esperar hasta 2010 para tener, si se cumplen los plazos, una sede expositiva fija.

Tagliabue se hizo con el proyecto en un concurso al que concurrieron también los equipos de Benedito-Llovet, Clotet y Paricio, Robert y Esteve Terradas, y Domènech-Amador. El proyecto ganador (el fallo, curiosamente, no se ha hecho público) es respetuoso con el viejo edificio fabril, aunque incorpora algunos elementos nuevos, especialmente en el interior, donde sitúa, en lo que será un vestíbulo de entrada, una construcción en forma de letra omega que hará las funciones de distribuidor del nuevo edificio, además de acoger la librería y cafetería del conjunto.

Lo más significativo es que se cambia el acceso principal al recinto: se situará en la calle de Bolívia, que es peatonal. Para ello se aprovecha la nave que se quemó en 2006, lo que era la antigua cerería, en la que se abre un acceso cubierto que dará entrada tanto al interior del edificio como al conjunto. Siguiendo esta misma línea de la calle, en el exterior de la gran nave fabril se han previsto unos grandes voladizos que darán ritmo al recorrido, si bien en el interior se mantiene la planta libre con sus elementos estructurales originales para facilitar la flexibilidad de su uso museístico.

En la nave más pequeña se instalarán la biblioteca y el centro de documentación, además de las aulas y otros servicios para investigadores y personal del centro. Lo que ha variado respecto al proyecto ganador del concurso es que el auditorio no será subterráneo -estaba previsto construirlo debajo de la plaza principal del recinto, que ahora queda desplazada respecto a la futura entrada principal-, sino que finalmente ocupará otro edificio de planta cuadrada destinado orignalmente a equipamiento para el barrio. Se pretende que este auditorio sirva no sólo para Linguamón, sino también para los colectivos vecinales y culturales de la zona. Las dificultades para excavar la zona han motivado que sólo se sitúe en la plaza un almacén de unos 500 metros cuadrados.

El proyecto, que aún está en proceso de reelaboración, se encuentra de momento parado a la espera de que la Generalitat declare el recinto Bien Cultural de Interés Nacional y de que el Ayuntamiento de Barcelona pueda ceder la parte que es de su propiedad a la Generalitat. Ésta, a su vez, lo traspasará a Linguamón, que probablemente pondrá en marcha las obras a finales de 2008.

De momento, el arquitecto Josep Maria Montaner está elaborando el plan especial de la zona en colaboración con el Ayuntamiento de Barcelona y el estudio EMBT, un trámite previo a la redacción del proyecto ejecutivo de la obra. Al mismo tiempo, el museólogo Jordi Pardo encabeza el equipo que diseña el plan museográfico de lo que será la exposición permanente del centro. Aunque en un principio se indicó que se recuperaría parte de la exposición Veus, presentada durante el Fórum, no está claro que esto sea posible. Lo que es seguro, de momento, es que el futuro de Can Ricart será convertirse en un centro a mayor gloria de las lenguas del mundo.

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