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La huelga de limpieza deja 200 toneladas de basuras en Motril

Los sindicatos rechazan la subida salarial del consistorio

Javier Martín-Arroyo

La localidad costera de Motril (Granada) se asemejó ayer de manera peligrosa a su vecina Almuñécar durante el pasado verano, cuando sufrió una huelga del servicio de limpieza y sus calles se transformaron en un campo de batalla entre desperdicios.

Los trabajadores de la empresa pública de limpieza motrileña, Limdeco, decidieron ayer continuar la huelga indefinida y rechazar la propuesta del consistorio para alcanzar un acuerdo. Las calles del municipio ya acumulan más de 200 toneladas de basura y el fantasma de la emergencia sanitaria por una acumulación prolongada de la basura en los contenedores desbordados, asomó ayer en Motril. Catorce trabajadores cumplieron ayer los servicios mínimos. "La huelga indefinida se mantiene porque las condiciones que ponen los dirigentes están muy por debajo de los mínimos que exigimos los trabajadores", explicó ayer el portavoz de los sindicatos, Perseverando Rodríguez.

Las peticiones para deponer la huelga demandan mayores sueldos de los trabajadores, y la disputa estriba en un porcentaje mínimo del 0,3% durante tres años: Mientras que los sindicatos reclaman el incremento del IPC más un punto y medio por ciento para todos los empleados y dos puntos para los peones, el ayuntamiento ofrece el IPC de 2007 y el 1,2% en 2008, además de un 2,5% como IPC en 2008. Además, los trabajadores solicitan que 25 trabajadores con contratos temporales pasen a formar parte de la plantilla.

Rodríguez criticó ayer que la Policía Local les impidiera celebrar la asamblea en el ayuntamiento, y anunció ayer que mantendrán sus reclamaciones hasta llegar a un acuerdo con el alcalde, Carlos Rojas (PP), para que mejore su oferta negociadora.

El concejal de Medio Ambiente y teniente alcalde, Antonio Escámez, censuró que la huelga posea un "trasfondo político", ya que el convenio tendría que haberse empezado a negociar el 1 de enero de 2007. Escámez achacó el retraso a la intención de influir en las próximas elecciones generales: "No se negoció antes porque había elecciones municipales de por medio y sí se negocia ahora porque hay elecciones generales en breve", criticó. Escámez aclaró que la propuesta es "sólo económica" y no permitirá hacer fijos a los 25 trabajadores debido a la subida salarial prevista. El teniente alcalde destacó que el 80% del presupuesto de Limdeco está destinado a pagar las nóminas, y que la más baja de éstas supera los 1.200 euros al mes.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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