El Milan se pierde en casa

El club con más títulos del mundo se dejó remontar por el eterno enemigo. El Milan, que acudió al derby con su cuarta Intercontinental en el bolsillo, perdió el norte de tanto mirarse en el espejo. El grabado que lucía en la zamarra, los 45 entorchados (18 internacionales, tres más que el Madrid) que acumula desde que Alfred Edwards lo fundó en 1899, le nublaron la mente.

El Inter aprovechó el exceso de confianza rossonero y cerró el año a lo grande. De nada sirvió el gol de Pirlo. Con 43 puntos, siete de ventaja sobre el Roma y ocho por encima del Juventus, el cuadro de Roberto Mancini se aseguró el título honorífico de campeón de invierno. Lo hizo con un gol de pillo de Esteban Cambiasso. El medio argentino no respetó la jerarquía de Maldini. Esperó el fallo del lateral eterno del Milan. Y ocurrió lo impensable. El defensa, lugarteniente de lujo del gran Baresi, cometió un error de principiante. Despejó de cabeza el balón, suelto, fácil, ramplón, hacia el balcón del área. Cambiasso finiquitó la partida con un chut raso. Sin desmerecer a Maldini, Dida tampoco estuvo muy aplicado en su respuesta. Cansados tras el Mundialito los milanistas sacaron la bandera blanca. Llevan haciendolo desde el comienzo de la Liga. No han ganado un solo partido en casa. El resumen del encuentro fue la sustitución de Seedorf por Serginho. El recambio del holandés, falto de gasolina, fue un brasileño de 36 años. La desgracia de Maldini y la enésima cantada del portero del Milan pusieron la guinda a un partido de ida y vuelta. Cayó del lado del Inter, que no presentó a un solo italiano en su once inicial. Frente a los siete futbolistas de la tierra que alineó Carlo Ancelotti, Mancini colocó a nueve suramericanos. Por encima de todos, un sueco. Será un gigante, pero Zlatan Ibrahimovic tiene pies de bailarín y abre espacios como nadie. La remontada del Inter no habría pasado sin su forma de arrastrar a los centrales a los costados. Cruz y Cambiasso se lo reconocieron.

Mientras el Inter acumula puntos con esmero, el Milan sólo muestra su lado intratable en las competiciones que no tienen que ver con el calcio. Su recorrido en la Liga incrementa la incertidumbre. Que haya disputado tres partidos menos no sirve de atenuante: el grupo de Ancelotti está más cerca del descenso que de los puestos que dan acceso a la Copa de la UEFA.

Con el Inter en la cima, el Milan malvive a 25 puntos del liderato. La Supercopa de Europa, lograda ante el Sevilla, y el Mundialito obtenido contra Boca Juniors le han despistado de sus tareas caseras.